Situada en el extremo oriental de la provincia de Málaga, en el límite de la Costa Tropical de Granada, se puede visitar Nerja, una de las localidades turísticas más importantes de Andalucía. Calles que respetan el tipismo andaluz, un litoral tan abrupto como sorprendente y una gruta única en Europa son algunos de sus atractivos más importantes.
Situada en el extremo oriental de la provincia de Málaga, en el límite de la Costa Tropical de Granada, se puede visitar Nerja, una de las localidades turísticas más importantes de Andalucía. Calles que respetan el tipismo andaluz, un litoral tan abrupto como sorprenden te y una gruta única en Europa son algunos de sus atractivos más importantes.
El propio casco urbano se merece un paseo tranquilo sobre todo en primavera y en verano. De esta forma se disfruta de la luz y del colorido que tienen sus calles peatonales, es decir, aquellas que están más próximas al emblemático Balcón de Europa o la iglesia del Salvador, el principal templo de la localidad.
Por otra parte, la Cueva de Nerja, que es la más visitada de Andalucía, es actualmente uno de los principales reclamos turísticos de la provincia de Málaga. Ubicada junto a la aldea de Maro, la cavidad fue descubierta por casualidad por un grupo de jóvenes en 1.959. Desde entonces, se ha ido avanzando tanto en su investigación como en adecentar distintos pasajes para los visitantes que la deseen conocer. Cuenta con 4.823 metros de recorrido, lo que la sitúa entre las de mayor desarrollo topográfico de del país. Las galerías abiertas al público tienen una superficie de más de 9.000 metros cuadrados, lo que supone aproximadamente un tercio del total de la cueva.
Además de sus formaciones geológicas más espectaculares -estalactitas y estalagmitas-, esta gruta es una pieza clave para el conocimiento sobre la Prehistoria, ya que allí se han datado restos orgánicos asociados a unas pinturas en 42 000 años. Así, podría ser una de las primeras obras de arte conocidas de la Humanidad.
Cada año –desde hace casi seis décadas- se celebra en su interior el Festival Internacional de Música y Danza de la Cueva de Nerja. Este evento, que aprovecha la valiosa acústica de la cavidad, acogerá del 10 de junio al 1 de julio su quincuagésimo octava edición, con la novedad de un nuevo escenario. Los espectáculos programados este año son la ópera flamenca ‘Carmen’, de Salvador Távora, y las actuaciones de Arcángel, el Ballet Nacional de Cuba, Arias y Dúos de Ópera y Zarzuela y Paco Montalvo (este último en la Plaza de España).
Cueva de Nerja
Por su parte, asociado a la Cueva de Nerja, se puede visitar el Museo de Historia. Tiene su sede en el centro histórico de la villa nerjeña. Concretamente, se encuentra a escasos metros del emblemático Balcón de Europa. Cuenta con cuatro áreas temáticas y diez sectores. La primera de las áreas está dedicada a presentar temas generales, que sitúan a Nerja en su contexto geográfico e histórico. La segunda y la tercera incluyen una serie de temas monográficos que han sido protagonistas indiscutibles del entorno. La cuarta y última de las áreas es un espacio de carácter informativo sobre los lugares y temas de interés que ofrecen Nerja y sus alrededores.
Nerja es el mejor punto de partida para adentrarse en el paraje natural de los Acantilados de Maro. Desde su emblemático Balcón de Europa, un mirador que ocupa el lugar que antes tuvo la fortaleza de la ciudad, se tiene una buena perspectiva de las dimensiones y la fisionomía de los acantilados. De hecho, a pocos justo allí se puede ver la antesala de lo que hoy en día se protege como paraje natural. Se trata de la playa del Chorrillo, colindante con el balcón mediterráneo desde donde se perciben ya sus pequeñas dimensiones. Mucho más amplia, urbana y turística es la de Burriana, que es la última de las calas que están incluidos en la influencia de la villa nerjeña. Es muy frecuentada tanto por vecinos como por visitantes no sólo por su anchura y longitud -800 por 40 metros- sino también por su equipamiento. Cuenta con un amplio paseo marítimo y con varios establecimientos de restauración, entre los que se encuentra el chiringuito de Ayo, famoso gracias a la serie televisiva ‘Verano Azul’.
En esta playa también se invita a participar de distintas e interesantes actividades relacionadas con el mar, como submarinismo o rutas en piragua bordeando el litoral de los acantilados. Para tener una buena perspectiva de esta playa se recomienda dar un paseo por el Mirador del Bendito.
Antes de recorrer cada una de esas calas, hay que dar un paseo por la aldea de Maro. Sus cuidadas calles, su posición elevada respecto al mar o la blancura de sus fachadas atraen cada año a miles de turistas que buscan en este refugio mediterráneo un lugar para el sosiego y el disfrute. Durante el antiguo Al-Ándalus, Maro fue una alquería dedicada sobre todo a la agricultura, sector que todavía sigue siendo fundamental para la economía local. Eso sí, actualmente los productos que predominan en la zona son muy diferentes a los de los pasados siglos, ya que abundan los subtropicales y los cultivos en invernadero. Estos han sustituido a la caña de azúcar, un producto que ha dejado en la zona un patrimonio industrial tan valioso como el ingenio de Armengol, situado junto al núcleo urbano. El edificio fue levantado a finales del siglo XVI y estuvo activo hasta aproximadamente mediados del XIX, cuando un incendio lo destruyó parcialmente.
Dentro de su peculiar casco urbano también se puede visitar la iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas, construida en el siglo XVIII, pero remodelada en varias ocasiones. En su interior se venera a la patrona, que da nombre a la parroquia.
Acantilados de Maro
Desde la aldea de Maro hasta Cerro Gordo, en el límite con la provincia de Granada, hay media docena de calas que se pueden visitar en cualquier época del año, si bien hay que tener en cuenta que la mayoría tienen el acceso restringido en vehículo privado. Existe un transporte que en verano frecuentemente hace el recorrido desde una zona habilitada para aparcamiento hasta la arena de la playa.
Siguiendo por la antigua nacional 340, se llega desde la aldea de Maro, donde podemos ver las primeras y solitarias calas de aguas limpias y los estratégicos emplazamientos de almenaras tanto cristianas como musulmanas, como la Torre de Maro, la Torre del Río o la Torre de la Miel. Desde los caminos que discurren por esta franja litoral se accede con mayor o menor dificultad, dependiendo de la zona, a las numerosas calas y playas poco transitadas. Por todo esto y por su gran valor biológico, hacen de este paraje un lugar de incuestionable belleza y un excepcional sitio para relajarse, alejado de las masificadas y urbanizadas playas de la Costa del Sol. De entre las calas que se pueden visitar con mayor facilidad, destaca la del Cañuelo.
La protección ecológica de estos acantilados y su franja mariana no es casual. La gran riqueza de fauna y flora se puede apreciar a veces a simple vista en sus cristalinas aguas. También son muchos los que van equipados con algunas gafas de buceo para poder apreciar sus coloridos habitantes de una forma más nítida. Otra opción es iniciarse en el submarinismo. No en vano, en la zona operan distintas empresas especializadas que ofrecen desde ‘bautizos’ hasta rutas para ya iniciados. De esa forma, se pueden ver numerosas grutas submarinas, como las cuevas de los Genoveses o de la Cajilla.
También hay una interesante fauna, con una gran variedad de crustáceos, moluscos y peces, como la morena o el congrio. La denominación de Paraje Natural penetra una milla en el mar de Alborán. En aquella zona, a más de doscientos metros, se encuentran especies como el mero, la dorada o la tortuga boba.
Cómo llegar
Para ir hasta Nerja lo más cómodo es ir por la Autovía del Mediterráneo, que tiene una salida directa para la localidad. También se puede usar la antigua N-340 y hacer un recorrido más sosegado por el litoral axárquico. Esa carretera es la misma que habrá que seguir para visitar las distintas calas de los Acantilados de Maro.
Qué comer
En esta época del año los chiringuitos de Nerja aguardan con una amplia variedad de frituras de pescado y los famosos espetos malagueños. Entre ellos, se encuentra el que regenta en la playa de Burriana desde hace más de cuatro décadas el ‘Ayo’, conocido por sus apariciones en la mítica serie de televisión ‘Verano Azul’. Allí se podrán saborear sus suculentas paellas. También se podrán saborear platos marineros en establecimientos señeros situados en el propio casco urbano, como el famoso Pulguilla, situada a 5 minutos a pie del Balcón de Europa. A todo esto hay que añadir la oferta cosmopolita que se puede ver en las distintas calles de esta localidad, con una cocina internacional de primer nivel.
Dónde hospedarse
Este establecimiento eminentemente turístico cuenta con un amplio abanico de alojamientos a lo largo de su territorio. Entre ellos, sobresalen los distintos apartamentos y hoteles que se pueden encontrar en primera o segunda línea de playa, ya sea en el entorno del Balcón de Europa o en la aldea de Maro. A ello hay que sumar algunas casas rurales repartidas por su territorio. Entre ellas, las más originales son las que en su día fueron cuarteles de la Guardia Civil en los Acantilados de Maro. Disfrutan de unas vistas únicas e inolvidables en la provincia de Málaga. ■