Río Verde nace en la provincia de Granada, en la parte oriental del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, en el municipio de Otívar, como confluencia de varios arroyos entre el barranco de Mina Rica y el barranco de las Chorreras. En su recorrido, de unos 20 km, recorre la frontera entre Otívar y Lentegí, y atraviesa Jete y Almuñécar hasta desembocar en el Mar Mediterráneo.
Sus aguas cristalinas y angostos desfiladeros lo hacen muy popular entre los afi-cionados al senderismo y a la práctica del descenso de barrancos y rápel. Es un entorno de singular belleza por donde el agua discurre por cascadas y forma pozas en determinados lugares que aprovecharemos para darnos un buen chapuzón. La tortuosidad del terreno, con barrancos abruptos y fuertes pendientes, da lugar a un fascinante paisaje que merece la pena contemplar
Río Verde debe su nombre al color de sus aguas, y se caracteriza por su vega fértil, con cultivos subtropicales y árboles frutales. Entre la fauna, destaca la cabra montés y especies rapaces como el águila real o el águila perdicera, entre otras. Hay una gran diferencia en la vegetación del principio y del final del río
El barranquismo es una de las actividades preferidas por quienes visitan el lugar en estas fechas de calor, ya que les permite darse un buen remojón en las aguas de Río Verde. Hay además varios niveles: inicial, integral, deportivo y familiar, en función del grado de dificultad y de lo que nos guste el riesgo. Para algunos es el paraíso para el descenso de cañones. La mejor época del año para esta práctica deportiva es la comprendida entre marzo y octubre, si bien, hay algunas empresas que ofertan la actividad durante todo el año.
Francisco Espejo, dueño de la empresa Ocio Vertical, ubicada en Chauchina desde hace 10 años, nos cuenta que “Río Verde es especial para los que nos gusta este deporte: es un entorno muy bonito y en sí mismo es un parque acuático en plena naturaleza con rapeles, toboganes, pozas…”
En cuanto a indumentaria para realizar dicha actividad, necesita remos unas zapatillas de deporte cómodas o botas de montaña, nos indica Francisco, quien añade que el resto de equipamiento nos lo aporta Ocio Vertical: el neopreno, arnés, casco y las cuerdas. Él es monitor especializado y calcula que un grupo formado por personas no experimentadas puede tardar unas 4 horas y media en el recorrido “y no hace calor porque vas siempre en remojo aunque haga sol”, matiza.F
No es necesario ser un experto para realizar esta ruta pero tam-poco llevar una vida totalmente sedentaria “porque se nos puede hacer algo largo”, aconseja. No obstante, asegura que niños de 10 o 12 años lo hacen perfectamente. “Simplemente hay que tener un tono físico normal”.
Los menos aventureros también pueden disfrutar realizando senderismo en Río Verde. En los meses de calor, sus aguas siguen estando muy frías y además cristalinas. Podemos llegar hasta la localidad de Otívar, que supone un recorrido de unos 16 kilómetros en total entre la ida y vuelta y durante el cual, hallamos agua en todo momento. Si paramos para comer y para hacernos alguna que otra foto, tardaremos unas 6,5 horas en hacer esta ruta, recomendable en la época estival. El sendero lo iniciamos en la carretera Otívar-Granada, en el Collado de los Chortales. A lo largo de nuestro recorrido nos encontraremos también con las Cascadas de Funes, que a la vista nos sorprenderán por su gran valor y belleza. Ese sendero, que discurre por el Parque Natural, nos ofrecerá unas inigualables vistas del macizo de La Almijara y podremos disfrutar de un impresionante salto de agua conocido como “Las Chorreras de los Palos”.