Cuando se acerca el final del año, son muchos los que miran a las principales cumbres de Málaga en busca de las primeras nieves de la temporada invernal. Es habitual que en esta época e incluso antes, las sierras más elevadas de la provincia aparezcan ya con esa característica blancura, que supone un gran contraste con respecto al azul que ofrece el Mediterráneo a pocos kilómetros. Principalmente, son la cima de La Torrecilla y, en mayor medida, la de La Maroma las que se cubren de nieve casi todos los meses de diciembre y enero.
Para muchos aficionados al montañismo es un atractivo poder coronar ambas cumbres en esta época, aunque la nieve suele suponer siempre un obstáculo añadido al duro ascenso. Pero, eso sí, merece la pena alcanzar la meta. Los 2.069 metros de La Maroma, cima de Sierra Tejeda, proporcionan la mejor perspectiva que se puede tener no sólo de la Axarquía, sino también de buena parte de los pueblos granadinos que limitan con esta comarca. Incluso se distingue con nitidez las cumbres blancas de Sierra Nevada. Precisamente, uno de los atractivos que tiene esta montaña durante los meses más fríos del año es la presencia de la nieve en su cima, donde se registran temperaturas muy bajas.
Pero llegar hasta La Maroma no es una tarea fácil para los que no estén acostumbrados a la práctica del montañismo, ya que casi todas las rutas establecidas son de larga duración y cuentan con tramos complejos. Ése es el caso del camino de los Neveros, que comienza en Canillas de Aceituno. El itinerario comienza justo detrás del Ayuntamiento de este pueblo axárquico. Uno de los itinerarios más accesibles es el camino que se realiza por la cara norte, desde El Robledal Alto en el término municipal de Alhama de Granada. Esta ruta comienza por un sendero amplio y cómodo, que se abre a través de un bosque donde se encuentran distintos tipos de pinos, cedros, encinas y algunos abetos.
Posteriormente, la subida se vuelve más escarpada en algunos tramos, aunque, según se va ascendiendo, mejores imágenes se obtienen de esta mole montañosa. Después de abandonar el cobijo que proporciona el bosque, se llega a la segunda mitad del camino, donde prácticamente no se encuentran árboles. Es también la parte más peligrosa, sobre todo en invierno, ya que con las bajas temperaturas y la ausencia de rayos solares, la nieve del camino se convierte en duras placas de hielo, donde es fácil resbalar.
Por tanto, no es aconsejable sino se va equipado de crampones. Otra de las posibilidades para acceder a La Maroma es la ruta que comienza en el paraje conocido como El Alcázar, en el término municipal de Alcaucín. Es uno de los caminos más usados, ya que allí hay una zona de acampada, desde donde se puede preparar con más tiempo la subida. El camino es más corto en longitud, aunque mucho más complicado que el que se realiza desde El Robledal Alto. En el otro extremo de la provincia, con menos cantidad de nieve estos días, tenemos la cima de La Torrecilla (1.919 metros), la cumbre de la Sierra de las Nieves.
Aquí también existen varias posibilidades de ascenso. La más conocida es la ruta que sale del área recreativa de Los Quejigales. Para acceder a este punto de partida es necesario tomar la carretera Ronda-San Pedro y salir a la altura del camping de Las Conejeras, situado en el término de Parauta. Otra opción es salir desde Yunquera y partir o bien desde el mirador de Luis Ceballos o del enclave conocido como El Saucillo -a ambos se accede por un carril forestal situado a escasa distancia del pueblo. En cualquiera de lo dos casos, el camino pasa inexorablemente por el Peñón de los Enamorados. Una tercera posibilidad sale del territorio de Tolox y pasa junto al cerro Tres Coronas. Para acceder hasta allí hay que seguir las indicaciones que conducen hasta el hotel Cerro de Híjar. En esta ruta hay que tener especial atención a los hitos para no perder el sendero.