¿Alguna vez has visitado una bodega para realizar una cata, has tomado una copa de vino entre viñedos o has cenado entre barricas? Si aún no conoces ninguna de estas experiencias ni tienes en mente hacerlas es que no te has iniciado en el apasionante mundo del enoturismo, una forma de turismo que cada vez tiene más adeptos y que está muy relacionado con la gastronomía y la cultura de las zonas donde se da.
Cada vez son más las personas que sienten interés por el mundo del vino y por realizar actividades turísticas que les aporten experiencias sensoriales y conocimiento. Esto, unido a la necesidad de las bodegas de dar a conocer sus vinos y licores para diversificar su actividad, ha hecho que el turismo en torno al vino, el llamado enoturismo, haya alcanzado grandes cotas de crecimiento, llegando a suponer un negocio que genera más de 40 millones de euros al año en España, según los datos de la Asociación Española de Ciudades del Vino, Acevin, donde están integradas las 25 Rutas del Vino de España.
El último informe de esta entidad sobre la demanda del turismo del vino aporta datos muy interesantes y a tener en cuenta a la hora de evaluar la repercusión de esta actividad turística, que no es exclusiva de grandes entendidos en vino, sino que más bien son frecuentadas por principiantes, aficionados o entusiastas y que supone un gasto medio por persona de 134 euros diarios, un gasto que es notablemente superior que el de un turista generalista.
El enoturismo suele ser una modalidad turística de escapada, asociada a fines de semana y puentes que goza de un grado de satisfacción muy alto entre quienes lo han probado y seguramente a estas alturas hay quien se habrá preguntado por lo que se hace en una bodega además de producir vino, por eso te vamos a recomendar algunas en las que encontrarás experiencias interesantes para iniciarte como enoturista o seguir disfrutando si ya lo haces.
Dimobe (Bodegas Antonio Muñoz Cabrera)
Ubicada en Moclinejo, el visitante podrá conocer cómo ha evolucionado la elaboración del vino en la comarca de la Axarquía desde 1927 hasta la actualidad. Dispone de una sala museo en la que hay una prensa con 200 años de antigüedad y un antiguo lagar, de una sala donde se elaboraban los vinos en la segunda mitad del siglo pasado que alberga las capachas para elaborar los vinos de uva asoleada y, por último, de una sala de prensa, que es la parte más actual de la bodega, donde están los maceradores, los depósitos de acero y una prensa de 1850. Ofrece visita a sus viñedos y paseros, catas de vinos y complementar las actividades con menús maridados, folclore o estancias de hotel.
Bodega Niño de la Salina
Esta bodega familiar está en Almargen, una localidad que por su ubicación geográfica está cercana a los municipios de Ronda y Antequera. Niño de la Salina abre sus puertas a todo tipo de visitantes bajo reserva previa. Su premisa es la de dar un trato cercano y familiar a quienes se acerquen a sus instalaciones para que se sientan como en casa y disfruten de visitas guiadas, catas y almuerzos maridados. Su cercanía al Caminito del Rey permite al visitante seguir conociendo la comarca del Guadalteba a través de los vinos y viñedos de esta bodega o que sus instalaciones sean una alternativa de ocio para todos aquellos que visitan la localidad gaditana de Zahara de la Sierra.
Bodegas Lunares de Ronda
Las instalaciones de esta bodega se encuentras a 1,5 kilómetros de Ronda. Ubicada a una altura que supera los 890 metros y con cuatro hectáreas de viñedos, producen vinos comprometidos con la tierra. Para disfrutar de sus instalaciones, la bodega ofrece diferentes actividades enoturísticas durante todo el año previa reserva. Disponen de visitas guiadas a los viñedos y a la bodega, catas y cursos de cata que se realizan en una sala acondicionada en las propias instalaciones, servicio de restauración, celebración de eventos y cualquier otra actividad que necesite el visitante. Ofrecen también venta de vinos en la propia bodega.
Bodegas Bentomiz
Situadas cerca del pueblo de Sayalonga se encuentra esta bodega de viñedos plantados en suelo pizarroso, algunos de ellos centenarios. Los visitantes pueden disfrutar de diferentes actividades en sus isntalaciones. Bentomiz ofrece tres experiencias enológicas diferentes: visita con degustación, donde el visitante conocerá la bodega, los viñedos, la zona de producción y aprenderá sobre las uvas utilizadas en las elaboraciones y cómo se hacen sus vinos con posterior cata de cuatro vinos; almuerzos en su sala de cata y restaurante, con elección de menú enológico o menú degustación; y la experiencia enológica completa, donde se incluyen tanto la visita y la cata como el almuerzo posterior.