Además de los paisajes singulares que hay en las sierras y en la costa, la provincia de Málaga tiene un legado oculto, donde no llega la luz natural. En algunos casos, fueron refugios de los primeros pobladores y, en otros, joyas geológicas. En el territorio malagueño se puede presumir de numerosas cuevas. Algunas de ellas son visitables gracias a su fácil acceso, pero hay otras que representan todo un desafío para los más aventureros.
En los últimos años, Málaga se ha convertido en un referente de la espeleología gracias a esa diversidad de grutas y simas, que es consecuencia de una geología singular donde predominan los sistemas calizos.
En la Sierra de las Nieves, se encuentra una de las cavidades más profundas de todo el país, la Sima GESM, aunque por sus vertiginosas características -1101 metros de desnivel- es sólo apta para expertos.
En la Serranía de Ronda, la Cueva del Gato es también muy frecuentada por los amantes de la espeleología. Eso sí, se requiere mucha experiencia previa, dada su dificultad técnica. La cavidad ha sido formada por un río subterráneo, el Gaduares, que se une metros más abajo con el curso de Guadiaro. El río tiene un recorrido dentro de la cueva de más de 4 kilómetros.
En esta misma comarca aguardan otras grutas, pero esta vez apta para los que se quieran iniciar en esta actividad. Es el caso de la cueva de la Fuensanta, en el cerro del mismo nombre, en el territorio de Igualeja, en el Valle del Gena. Esta cavidad forma parte de un conjunto de grutas kársticas, donde el agua de lluvia y los acuíferos han ido esculpiendo singulares formas geológicas. Así, en la Cueva de la Fuensanta abundan especialmente estalagmitas. Próxima a ella, destaca también especialmente la conocida com cueva de las Excéntricas, de similares característica.
En el corazón de Andalucía, en el término municipal de Mollina se erige la sierra de la Camorra, una formación kárstica sorprendente, con numerosas cuevas de gran interés para los aficionados a la espeleología. Entre ellas, se encuentra la conocida como Cueva de los Órganos, que, on unos cien metros de profundidad y un kilómetro de recorrido, es idónea para iniciarse, siempre y cuando se contrate su visita con una empresa de turismo activo. Eso sí, la facilidad en su acceso ha propiciado que no se conserve como otras cavidades de esta parte de esta sierra.
También en la Costa del Sol hay otras posibilidades espeleológicas, como se puede ver en la sierra de la Utrera, en el extremo sur del término municipal de Casares. En este complejo kárstico hay numerosas grutas en las que no sólo hay interesantes elementos geológicos sino que también hay evidencias de asentamientos prehistóricos. Es el caso de la cavidad que tiene el nombre del Gran Duque, que estuvo habitada durante el Neolítico. Para acercarse hasta ella hay que atravesar uno de los ‘canutos’ que conforman esta sierra. Actualmente, hay empresas de turismo activo homologadas que pueden realizar visitas guiadas a ésta y otras cavidades de este complejo.
Además de estas opciones, hay algunas más que se pueden conocer gracias a las empresas de turismo activo que operan en la provincia de Málaga. Es el caso de las Tinajas y las simas del Aire y Prestá (Sierra de las Nieves), Nagüeles (Marbella) o las cuevas del Chaparro y del Toro (Torcal) o la de las Grajas (Archidona) son otras opciones interesantes para conocer parajes mágicos gracias a la peculiar geología de la provincia de Málaga.
Eso sí, en cualquier caso, hay que recordar que se trata de una actividad que requiere de un equipamiento especial y de monitores especializados para su aprendizaje.