Un recorrido por las leyendas de la comarca de la Axarquía

Castillo de Zalia, en Alcaucín.

Historias de amor, apariciones milagrosas o tesoros escondidos son algunos de los temas sobre los que aún se cuentan leyendas en la comarca de la Axarquía. Hoy forman parte del patrimonio intangible de esta comarca oriental de Málaga.

Muchos de esos relatos tienen relación directa con la fe cristiana. Así se habla de hechos milagrosos, como el del Santo Cristo de la Banda Verde, patrón de Almáchar, que, según la leyenda evitó con su aparición un naufragio en la costa. Esta leyenda se asemeja mucho a la que se cuenta en Colmenar, donde se dice que una luz salvó a unos marineros canarios en la costa malagueña. Éstos, en agradecimiento, mandaron construir una ermita en el lugar de los Montes de Málaga donde pensaron que estuvo el origen de este milagro.

Algo muy similar se cuenta en otras localidades de la comarca, como Comares o Frigiliana. Otra leyenda religiosa que se repita es la que habla de tronos de imágenes religiosas que se hacen más pesadas según se van alejando del pueblo, tal y como se cuenta todavía hoy en Benamocarra, con el Santo Cristo de la Salud, o en El Borge, con San Gabriel. También hay historias que hablan de grandes riquezas escondidas, como los que se cuentan en Almáchar, Frigiliana, Árchez (molino de Doña Fidela), Arenas (castillo de Bentomiz) o en Rincón de la Victoria, donde su búsqueda dio nombre a su famosa gruta de origen marino, la Cueva del Tesoro.

Los castillos que aún se conservan en la comarca también son protagonistas de algunos relatos. Entre ellos, el que más posee es el de Zalía o Zalia, frente al pueblo de Alcaucín. En este enclave, según la leyenda, se situaría la antigua y fantástica Odyscia en la que el escritor griego Homero ubica algunas de las hazañas de Ulises. Otra de las historias que se cuentan es la de la reina Zalia, que bajaba diariamente al río para bañarse.

Según la creencia popular, en las noches de luna llena iba hasta un pequeño estanque situado en la parte más cimera de la fortaleza, llamada La alberca de la reina mora. Romances También se habla de romances e incluso amores imposibles. Entre ellos, el de una bella cristiana cautiva, Sara, que se enamora de un apuesto musulmán, Ahmed, en lo que hoy es el territorio de Periana.

Ante la oposición que tenía ese romance, ambos huyen, pero, al igual que en otros relatos de leyenda, toman una decisión drástica: arrojarse por el cerro de Marchamonas, situado cerca de la villa. Además, en este caso, la leyenda cuenta con un añadido esotérico, ya que, según seguía este relato legendario, en las noches de invierno, cuando más sopla el viento, se escuchan en la zona «susurros de amor en el aire».

Más positiva es la historia que se cuenta en la Fuente del Amor de la aldea de Daimalos, en Arenas. Allí se dice que una joven, aconsejada por un santón, bebió agua de aquel manantial varias veces al día. Al poco tiempo, no sólo encontró pareja sino que también se lo recomendó a sus amigas solteras. Para poner fin al celibato, en Árchez, se dice que basta besar la lagartija que, supuestamente, quedó atrapada, pero visible en la campana de su torre alminar.

Otra fuente de leyenda es la que se encuentra en una de las entradas del casco urbano de Iznate, conocida como la del Encimie o la de los Tres Deseos, llamada así porque, según la tradición, concedía antojos y voluntades a cambio de monedas.

Entre todos los mitos de la comarca, el más terrorífico es el que se cuenta en Cútar sobre el ave de la muerte, un animal mágico que atemorizaba antaño a los que caminaban de noche por los alrededores de la villa.

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