Este proyecto culinario del chef Benito Gómez refleja una cocina sutil, sencilla y cercana, libre de imposiciones.
Ubicado en la localidad malagueña de Ronda, también conocida como Ciudad del Tajo, se encuentra uno de los proyectos gastronómicos más sobresalientes de la provincia de Málaga. Galardonado con su primera estrella Michelin en 2018, Bardal es un proyecto cultivado por la pasión de un equipo profesional que diariamente consigue ganar la satisfacción de sus comensales con cada olor y sabor del mejor producto fresco.
Con el chef Benito Gómez a la cabeza, y otros dos maestros de la restauración a su lado, el sumiller, Miguel Conde, y el jefe de sala, Marco Trujillo, la propuesta gastronómica de Bardal es un reflejo del trabajo duro, la innovación y la pasión por la cocina. En ella se cuenta con una materia prima variada y de calidad que se seleccionan de los productores de la comarca, con lo que pretenden reflejar el respeto, la esencia y la autenticidad de nuestra tierra.
Esta oferta se traduce en dos menús degustación, Bardal y Gran Bardal, cuyos platos que integran son temporales y varían conforme transcurren las diferentes estaciones del año en función del mercado, los productos de temporada y la creatividad del equipo de cocina entre sus fogones. Y como broche de oro, un maridaje exclusivo que cuenta con más de 250 referencias nacionales e internacionales, entre las que destacan vinos generosos, bodegas artesanas, pequeños productores, vinos naturales, poco industriales y ecológicos.
Además, como toda experiencia gastronómica que se precie, el ambiente y espacio es fundamental para que el comensal saque el máximo partido a la oferta gastronómica. Bardal cuenta con dos espacios bien delimitados y decorados para cada momento. En la planta de arriba, con un toque industrial en ladrillo visto, se disfruta de las cenas; mientras que en la espacio ubicado en la planta baja, y dedicado a las comidas, encontramos un salón cálido, luminoso y acogedor, con grandes ventanales para disfrutar de las vistas.
Bardal es esa experiencia Michelin que no se debe pasar por alto. Con espacios únicos, gastronomía de vanguardia y un chef de corazón rondeño que lleva más de tres décadas tras los fogones.