Cinco pueblos de Cádiz para desconectar

La provincia gaditana tiene múltiples encantos y más allá de sus incomparables playas nos ofrece pequeños municipios con encanto, donde perdernos por sus calles, conocer su patrimonio histórico y dejarnos sorprender por su gastronomía. Es por ello que te invitamos a que conozcas Cádiz.

Aún así, no debemos olvidar que tenemos que seguir manteniendo las precauciones necesarias para garantizar nuestra salud: llevar puestas las mascarillas, limitar el contacto físico con otras personas y evitar las reuniones numerosas deben seguir siendo nuestras pautas. Así podrás disfrutar de algunas de estas localidades con encanto, las cuales te invitamos a conocer:

Medina Sidonia

Ubicada en el centro de la provincia de Cádiz se trata de una visita obligada, sobre todo por su declaración como Conjunto Histórico-Artístico. Su castillo, su conjunto arqueológico romano, su variedad de iglesias y conventos y algunas rutas interesantes para el turismo son sus reclamos más importantes. Tampoco te puedes ir de este pueblo sin probar su exquisito alfajor.

Arcos de la Frontera

Es uno de los pueblos que, sin duda, te dejará con la boca abierta. El Palacio del Conde del Águila o el Castillo de Arcos son algunos de sus monumentos más emblemáticos, y la peña de Arcos supone una maravilla natural digna de capturar en imágenes. El abajao o ajo molinero figuran entre algunos de sus platos más conocidos.

Chipiona

La tierra que vio nacer a Rocío Jurado es también uno de esos grandes descubrimientos para el turista. Uno de los faros de mayor tamaño del país se encuentra precisamente en Chipiona, el quinto más alto en todo el mundo; y el Santuario de Nuestra Señora de Regla o la Iglesia de Nuestra Señora de la O son de esas visitas obligadas que no te puedes perder. Y no te olvides tomarte una copita de su famoso vino moscatel.

Setenil de las Bodegas

Lo que más llama la atención de este pueblo es que algunos de sus establecimientos y casas se encuentran situados bajo un saliente rocoso que se funde con el entorno natural. La fortaleza nazarí o la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación son algunos de los espacios más significativos. Y cuando nos asalta el hambre, podemos probar la exquisita chacina de la localidad u optar por el cuchareo con las sopas cortijeras

Olvera

Este pequeño pueblecito de alrededor de unos 8.000 habitantes sorprende al turista por su conjunto histórico-artístico. Nos podemos maravillar con su Castillo de Ólvera que data del siglo XII y que exhala su herencia nazarí o perdernos por las estrechas calles del barrio de La Villa para visitar la impresionante parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación. El membrillo o los huevos ‘nevaos’ son algunos de sus dulces más típicos.

En colaboración con www.hoteles.com

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