Situada en el emblemático Museo Thyssen, esta cafetería, que recibe el mismo nombre que el museo, se torna un oasis entre las bulliciosas calles del centro histórico malagueño.
Con una cuidada propuesta gastronómica de alma tradicional y expresión de autor, Flor Rodríguez y Verónica Iribarnegaray nos miman con platos ideados para disfrutar del lado bello de la vida.
Desde menús del día con opciones veganas y sin gluten hasta seductores dulces de mil y un sabores, la cafetería Thyssen invita a parar, respirar y deleitarnos en un entorno único e inspirador.
¿Cómo definirías la cocina del Café Bar Thyssen?
Nuestra cocina está bastante enfocada al público que tenemos, que en su mayoría son turistas que buscan la autenticidad de nuestra tierra. Ofrecemos platos cocinados al modo tradicional andaluz y malagueño con un toque de autor para darle nuestro sello de personalidad.
¿Cuál es el plato estrella?
La verdad es que hay varios, tenemos, por ejemplo, un burrito con un original toque del auténtico chimichurri argentino. Es un plato fusión que, a pesar de ser una receta básica, sale mucho.
También el tartar y el rabo de toro, del que hacemos dos versiones, un canelón de rabo de toro deshuesado y salteado con setas cocinado con la receta tradicional en nuestro Art menú, que es una propuesta gastronómica acompañada de una visita guiada que consta de ocho platos en la que Incluso la vajilla acompaña la temática contando una historia; y otro en forma de timbal envuelto en una fina capa de queso acompañado de cuscús. Este último sí está en nuestra carta diaria.
¿Tenéis opciones para vegetarianos, celíacos,…?
A parte de la carta tenemos un menú del día que consta de primer plato, segundo y postre en el que damos a elegir entre varias opciones. Entre todas las propuestas siempre hay alguna vegetariana y/o vegana, ya que nuestros clientes turistas lo demandan mucho.
También ofrecemos opciones sin gluten de todo tipo, hacemos, por ejemplo, el gazpacho sin pan para que sea apto también para celíacos.
En bollería también ofrecemos opciones sin gluten. Aunque también somos un restaurante, en principio somos cafetería y nos tenemos que adaptar a los horarios del museo, por eso también ofrecemos desayunos y meriendas en los que los dulces están a la orden del día, sobre todo para los turistas.
¿Cómo surgió la idea de uniros Verónica y tú como socias?
Yo estaba trabajando ya aquí con Grupo Gorki llevando la cafetería. Cuando salió a concurso me presenté y le propuse a Verónica, que también trabajaba en Grupo Gorki, que se viniera conmigo a emprender esta aventura.
¿Qué platos me recomendarías si fuese hoy a comer al Café Bar Thyssen?
Te recomendaría que empezases con el tartar, te va a encantar, junto con un bombón de foie, queso de cabra y manzana caramelizada. Es espectacular, totalmente casero.
Quizás también te apetecería una ensaladita de roast beef con canónigos.
Como plato principal te daría a elegir entre el rabo de toro y nuestra pastela marroquí, que elaboramos con la receta tradicional recuperada por Verónica.
Tarda tres horas en cocinarse, es una pasada, o los fideos tostados con una espuma que en un principio era de pimientos del piquillo, pero a la que Verónica fue incorporando salsa kimchi y ahora hacemos la espuma directamente de kimchi.
Si te apeteciese pescado, te recomendaría probar el bacalao confitado con chutney de fruta. Espectacular.
De postre, tenemos dos milhojas, una la hace Puri, de la pastelería Daza, con crema pastelera y hojaldre, y otra que hace Verónica en ocasiones especiales. Le añade muchas frutas del bosque naturales bañadas con una salsa de dulce de leche que también está de escándalo.
La NY cheescake también es un espectáculo o la mousse de chocolate con interior de naranja.
Por otra parte, las tartaletas de limón y merengue de Puri también van rompiendo corazones.
Tú eliges.