Descubrir la Costa del Sol a través del turismo activo

La provincia de Málaga se puede conocer a través de la naturaleza. Turismo Costa del Sol es consciente de que el turismo activo y el contacto con el entorno autóctono es uno de los emergentes puntos de enganche en el visitante a un destino.

La Gran Senda de Málaga abraza la provincia ofreciendo múltiples combinaciones para todos los gustos. La provincia de Málaga se puede conocer a través de la naturaleza. Turismo Costa del Sol es consciente de que el turismo activo y el contacto con el entorno autóctono es uno de los emergentes puntos de enganche en el visitante a un destino.

La Gran Senda de Málaga es una ambiciosa propuesta para sentir y vivir la riqueza natural de la provincia, pero además, en términos turísticos, “es la mejor muestra de que la Costa del Sol está ofreciendo continuas respuestas a las demandas de unos turistas cada vez más exigentes y con las ideas más claras”, expresa Elías Bendodo, presidente de Turismo Costa del Sol.

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A lo largo de más de 650 kilómetros, divididos en 35 etapas, los indescriptibles contrastes que posee la Costa del Sol pueden ser descubiertos en persona por el usuario. No sólo se trata de caminar haciendo senderismo propiamente dicho. La propia ruta ofrece posibilidades alternativas como el cicloturismo, el rafting o la escalada. Un sinfín de propuestas y sorpresas que esperan a lo largo de este gran recorrido adaptable a todas las exigencias y dificultades.

Pero si el turista desea integrarse en el mundo del senderismo ha de conocer algunas nociones básicas, como la propia señalización. En la provincia de Málaga, hasta tres tipos de senderos pueden distinguirse. Los de gran recorrido (GR), que superan los 50 kilómetros, y cuyas señalizaciones son en verde y rojo; los senderos de pequeño recorrido (PR), que oscilan entre los 10 y 50 kilómetros, con señales en blanco y amarillo. Finalmente, los senderos locales no llegan a los 10 kilómetros y sus hitos están marcados usando los colores blanco y verde.

La senda GR 249, abrazando la provincia

La senda de gran recorrido 249 es la que corresponde a la establecida para contornear en su práctica totalidad los límites de la provincia de Málaga. Arranca en la capital, en la sede de la Diputación de Málaga, a orillas del Mediterráneo, y sus primeros pasos se dirigen al oriente de la provincia, finalizando su etapa inaugural en Rincón de la Victoria.

El acceso al interior de la provincia arranca cuando se abandona Nerja, procediendo a ascender en la quinta etapa al precioso pueblo axárquico de Frigiliana. Desde entonces, el trazado continúa hacia el norte, alcanzando su punto álgido en la localidad de Cuevas Bajas, en la comarca Nororiental de Málaga.

La zona norte de la Costa del Sol presenta etapas de singular riqueza, como las 20ª y 21ª, que abrazan la zona de El Chorro y el Caminito del Rey. El descenso como tal hacia el nivel del mar se efectúa, lentamente, a partir de la etapa 26 cuando, superada ya Rond, y a partir de Jimera de Líbar, la Gran Senda va serpenteando hasta alcanzar Estepona. La ruta, entonces, sí irá en paralelo a la traza costera hasta la capital, aunque pasando por las localidades de Ojén, Mijas y Alhaurín de la Torre.

La Senda Litoral: unir la Costa del Sol de punta a cabo

En torno a los dos tercios de la Senda Litoral ya están en uso. Es otra de las posibilidades de Turismo Activo que la Costa del Sol pondrá en el futuro a plena disposición: unir los más de 162 kilómetros, de Manilva a Nerja, que forman el litoral malagueño.

Este proyecto, unido a la Gran Senda de Málaga y los atractivos senderos locales que se encuentran a lo largo y ancho de la provincia permiten ofertar a la Costa del Sol una potente propuesta de turismo verde y activo, en combinación con los distintos aspectos culturales, artísticos, gastronómicos y vivenciales que una actividad como el senderismo permiten en el usuario. Descubrir la provincia a través de la naturaleza es algo más que un regalo de Reyes.

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