La Diputación de Málaga abre, tras la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia, el plazo para acogerse a una nueva convocatoria de ayudas para la adquisición de bienes de inversión. Se trata, en esta ocasión, de subvenciones destinadas a las empresas de producción, transformación y distribución del sector agroalimentario, así como a los comercios de alimentación de la provincia por un importe global de 150.000 euros. Estas ayudas forman parte del Plan Málaga para la recuperación económica y social de la provincia.
El vicepresidente primero de la Diputación de Málaga y responsable del Área de Desarrollo Económico y Social, Juan Carlos Maldonado, ha explicado que el principal objetivo de estas subvenciones es “facilitar que las empresas dispongan de las herramientas y los recursos necesarios para reactivar su actividad, adaptarse a las nuevas necesidades del mercado y, por tanto, garantizar su futuro, contribuyendo al mantenimiento y la generación de empleo”. “Estas ayudas se unen a las convocatorias ya finalizadas, que suman 3,1 millones de euros y que desde la Delegación de Desarrollo Económico Sostenible se han destinado a sufragar los gastos corrientes y de mantenimiento que han tenido que realizar nuestras empresas agroalimentarias y del sector de la hostelería, así como las inversiones que nuestros establecimientos y pymes están haciendo frente para adaptarse a las nuevas exigencias sanitarias y de mercado que ha generado la covid”, ha añadido Maldonado.
Además, ha incidido en que son subvenciones de concurrencia no competitiva, es decir se conceden en orden de llegada, a lo que se une que son convocatorias no excluyentes, por lo que una misma empresa puede optar a estas nuevas ayudas habiendo solicitado previamente alguna de las anteriores.
Estas subvenciones otorgarán hasta un máximo de 6.000 euros por solicitante y están destinadas a cubrir las inversiones de adaptación al Covid-19, realizadas entre el 14 de marzo y el 30 de noviembre de 2020, en medidas de protección impuestas por las autoridades sanitarias, como, por ejemplo, mamparas protectoras, sistemas de control de aforo y equipos de desinfección. Incluyen también inversiones dedicadas al crecimiento de la empresa (como la adquisición de software y hardware -programas y equipos informáticos- para la transformación digital) o elementos de transporte y equipamiento vinculados al servicio a domicilio y a su manipulación.