“En El Radar seguimos innovando sin perder la esencia de lo antiguo”

Carmelo Martín y Francisco Rodríguez regentan desde hace más de veinte años El Radar, una marisquería y freiduría ubicada en el Paseo Marítimo de Torre del Mar. Comenzaron como empleados y en el año 1999 dieron un paso más y tomaron las riendas del negocio. Desde entonces, más que socios, “somos hermanos y amigos” confiesa Carmelo, encargado de la parte culinaria, mientras que Francisco se encarga del controlar el servicio. 

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¿Cuándo comenzó a funcionar El Radar?

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Nos tenemos que trasladar al año 1981, cuando se abrieron las puertas del negocio con muy pocos recursos, ya que hace cuarenta años no había las mismas facilidades que hoy en día. En este tiempo no existía el paseo marítimo, era todo arena, comenzamos trabajando con los pescadores del barrio, que nos traían sus ranchos de pescado y se tomaban su vino. Los turistas comenzaron a venir y así arrancamos. Durante estos años se han hecho varias reformas, pero no hemos perdido las raíces y el buen saber de lo antiguo, aunque hemos ido innovando con platos nuevos.

En El Radar se diferencian por el cuidado del producto, pero también por la presentación de los platos…

Intentamos poner el máximo esmero, no ser una freiduría más, sin desprestigiar lo que hacen otros compañeros, ojo, que son muy buenos, pero intentamos destacar de alguna manera y lo hacemos en ese aspecto, sin perder la esencia, pero vamos a la vanguardia.

¿En qué productos son un referente?

En el pescaíto frito. Es por lo que acude la mayoría de nuestra clientela, porque lo hacemos bastante bien, pero también trabajamos otros productos de la bahía, como el marisco, y tenemos varios platos estrella, como el bacalao salteado con gambas y almejas, y las setas salteadas con gambas y huevo. Son dos platos que introduje con un poco más de elaboración y que tienen mucha aceptación, como también ocurre con la

vieira al pilpil que es muy demandada.

Málaga es una provincia marinera pero no todo el mundo sabe freír el pescado.

La verdad es que no, tienen que existir varios factores para que la fritura quede perfecta. Tienes que tener un buen género, porque es fundamental para que el resultado sea bueno; una buena harina, ya que no toda harina vale para freír; un aceite limpio y la temperatura óptima para que no se pase ni se quede crudo. 

¿De dónde procede el pescado que se sirve en El Radar?

La mayoría de nuestro pescado procede de La Caleta de Vélez, nos enfocamos a la calidad con el pescado fresco de la bahía.

Dentro de la fritura, ¿cuáles son los platos más demandados?

La rosada frita es el plato estrella, pero también son muy demandados los boquerones abiertos al limón, las puntillitas y el pulpo frito en flor, que lo hacemos entero, es un espectáculo. Siempre lo habíamos hecho troceado y descubrimos que entero se queda todo su jugo dentro y es exquisito. Nuestra clientela dice que ha sido un acierto total hacerlo así. 

¿Vuestra carta es fija o la vais cambiando?

Nosotros tenemos una carta fija y a diario vamos renovando nuestra vitrina de pescado con el que haya del día. Lo mismo un día tenemos lubina y otro, rodaballo. Lo que veamos ese día en el mercado. También hace unos años incluimos las fideuas, que se sirven los jueves, y las paellas, que las tenemos los sábados, pero la carta base no se toca, porque los clientes son los que mandan. Nosotros nos dedicamos al cliente y lo que queremos es que disfrute, si un cliente sale satisfecho del local, nosotros también lo estamos. 

¿Cómo funciona el estblecimiento en estos meses?

Llevamos tantos años abiertos que gozamos de una amplia clientela que nos hace mantenernos todo el año. Nosotros abrimos todas las temporadas y trabajamos bastante bien, no nos podemos quejar. 

De cara a estas fiestas, ¿es posible encargar comida para llevar?

Nosotros siempre hemos vendido pescado para llevar, pero a raíz de la pandemia, tuvimos que ingeniárnosla para subsistir y entonces impulsamos aún más este servicio. Si algún cliente llama y quiere algo especial por encargo, se le hace. Teniendo en cuenta la carta y lo que tengamos del día, lo que encarguen, lo preparamos. 

¿Qué importancia le dais a los vinos en vuestra carta?

Tenemos una buena vinoteca, con unas 30 referencias entre blancos y tintos, siempre apostando por los vinos malagueños. Actualmente, tenemos ocho vinos de nuestra tierra en la carta. 

¿Cómo es la relación entre vosotros? 

Es una relación de amigos y hermanos, pero cuando no nos escucha la gente, nos matamos vivos (risas). En cuanto termina el servicio, todo vuelve a la normalidad, tenemos claro que la relación laboral no se puede mezclar con lo personal, además, nos exigimos mucho mutuamente, porque pensamos que es el secreto del éxito.

¿Han pasado muchos famosos por vuestro local?

Han pasado un montón de famosos, pero hay una anécdota muy curiosa de un día que estuvo Fernando Hierro, que es amigo de la casa y viene con frecuencia. Se formó un gran revuelo, la gente quería fotografiarse con él. Hasta aquí, todo normal. Pero lo sorprendente es que al día siguiente la gente venía a tocar la silla donde se había sentado Hierro el día anterior.

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