Lourdes Muñoz descubrió el mundo de la hostelería en el barrio sevillano del Cerro del Águila, donde sus padres abrieron un bar cuando ella aún era una estudiante de Bachillerato. Pocos años después se encontraba en San Sebastián trabajando como maitre en el Kursaal, donde se ofrecía como voluntaria para ayudar con los eventos cuando terminaba su jornada laboral. Comenzó así un bagaje profesional que continuó alimentando durante casi 20 años de la mano de Dani García y que ahora pone al servicio de la gastronomía y la agroalimentación a través de su propia empresa: LM Estrategias.
¿Cómo se pasa de echar una mano en un bar familiar enfocado a los trabajadores de un polígono a trabajar en el Kursaal?
Siempre he sido una persona muy social y el hecho de estar con mis padres en el bar era muy divertido. Me empezó a picar el gusanillo y para colmo me eché un novio que estaba estudiando Cocina. Ahora es mi marido, Pablo. En uno de esos veranos, Pablo se iba a San Sebastián a hacer prácticas y yo me fui con él. Nada más llegar, me surgió la posibilidad de hacer prácticas en sala en el Grupo Martín Berasategui y al poco tiempo me ofrecieron estar en plantilla. Tuve la suerte de que Vicente Arrieta, uno de los socios del grupo, creyó en mí desde el principio y me ofreció ser maitre en el Kursaal, un lugar que tenía algo que a mí me gustaba mucho, los eventos. Aquello para mí era otro mundo, yo tenía poco más de 20 años. Fui creciendo dentro del grupo, asumiendo responsabilidades. Estuve cinco años.
Pero la tierra tira, y acabaste en Ronda…
Mi marido tenía morriña y quería volver a Andalucía. Me surgió la posibilidad de trabajar como jefa de sala en Tragabuches, que ya tenía la estrella Michelín, y a mí me pareció que Ronda no estaba tan lejos de Sevilla ni de Antequera, donde comenzó a trabajar Pablo. Por entonces, Dani García ya estaba cogiendo un auge tremendo y empecé a gestionar la agenda y la comunicación.
¿Se podría decir que Dani García y Lourdes Muñoz han crecido profesionalmente de la mano?
He estado con Dani casi 20 años, aunque con mi maternidad tuve un paréntesis en el que formé parte del Grupo GSR, dedicado a eventos gastronómicos. En este tiempo, Dani seguía siendo cliente, y cuando culminé esa etapa, volví al equipo de Calima, donde empezamos a hacer eventos. Al irnos al Hotel Puente Romano, ya como Grupo Dani García, me ofrecieron montar y dirigir el departamento de Eventos. Durante la última etapa, he sido directora comercial y de la línea de Catering. Dentro del Grupo Dani García he tenido una evolución natural, las cosas iban llegando y se iban desarrollando.
Y ahora cierras una larga etapa para volar sola, ¿por qué?
Con la llegada de la pandemia, el ritmo de celebración se ralentizó e incluso como en todo el sector, se paró. Me empezaron a llamar empresas del sector agroalimentario pidiéndome ayuda sobre cómo montar estrategias comerciales. Comencé a hacerlo de manera altruista, dando charlas y formación, y entonces surgió la oportunidad de impartir un curso de formación con la Diputación de Málaga dirigido a Sala, para que los empleados aprendieran a trabajar en esta nueva situación que ha traído el COVID. El curso tuvo muy buena aceptación y pensé que yo me podía dedicar a esto. Siempre he dirigido grandes equipos, creando protocolos para desarrollar el trabajo. Además, también he creado estrategias comerciales y he ayudado a las empresas a analizar sus debilidades y fortalezas.
¿Te costó mucho tomar la decisión?
Lo pensé mucho, lloraba, reía…fueron muchas conversaciones con amigos y familiares. Después de mucho valorarlo, la decisión estaba tomada: LM Estrategias tenía que nacer. Una vez decidido, tocaba hablar con Dani, que me dio todo su apoyo y me animó para que empezara esta nueva etapa. He dado el paso y he creado LM Estrategias. Le puse Lourdes Muñoz porque mucha gente me llamaba Lourdes García (risas).
¿Qué engloba la palabra ‘Estrategias?, ¿cuál es la misión de tu empresa?
Estrategia en la vida lo es todo. Es un conjunto de acciones que se ponen en marcha para cumplir un objetivo. El trasfondo de la empresa es un servicio de análisis, de auditoría. Tú tienes un objetivo que cumplir y yo realizo una serie de acciones para que llegues a ese objetivo. La palabra auditoría denota debilidad y no es así, simplemente es que una persona te va a dar una visión externa de tu negocio para darle una vuelta de tuerca. Pero LM Estrategias es algo más. Yo no quiero estudiar desde la barrera, quiero entrar muy a fondo en cada proyecto, porque no puedes aplicar una fórmula para todos. No es lo mismo un restaurante en el centro de Málaga que un beach en Marbella, ya que los factores externos son completamente distintos.
Pero en esta ocasión no te centras solo en la hostelería, sino que te diriges a otros sectores, como el agroalimentario. ¿Otro reto a sumar al hecho de ser empresaria?
Aunque lo conocía, ha sido durante la pandemia cuando he descubierto el sector agroalimentario. Me fascina y es una de mis metas. El mundo de la agroalimentación es uno de los que más ha tenido que cambiar su forma de trabajar, ya que estaba muy enfocado a la restauración y ha tenido que darle un vuelco completo a su cartera de clientes. Ha llegado su momento.
¿Vas a seguir con la línea de eventos?
No la pienso dejar. Ojalá los eventos vuelvan pronto, porque los necesito, son como una necesidad para mí. Además, estoy loca por demostrar que un evento bien hecho, cumpliendo con las medidas sanitarias establecidas, se puede llevar a cabo. ¿Serán distintos a lo que estamos acostumbrados? Sí, pero se pueden hacer. Además, los eventos no solo son para divertirse, hay muchos eventos que se organizan para vender o para proporcionar conocimiento y formación.
¿Cuál es el evento que aún no has hecho y te gustaría realizar?
Hay un importante evento en el que no pude participar y que me gustaría poder hacerlo en algún momento. Consistía en una gran mesa para unos 900 comensales en el Paseo de Gracia de Barcelona. Los ciudadanos accedían desde distintas calles y se sentaban a comer en esa única mesa. Fue impresionante. Me muero de ganas de hacer algo así para que toda la gastronomía de una ciudad se pueda poner en valor y los habitantes de la ciudad puedan participar.
Has liderado grandes equipos y has trabajado en un sector donde predominan los hombres. ¿Cómo ha influido en tu carrera el hecho de ser mujer?
Me esfuerzo todos los días por encontrar una situación en la que yo diga que por ser mujer he tenido un problema. No los he tenido nunca, ni en la gastronomía ni en el mundo de los eventos. En la gastronomía hoy en día hay muchos hombres con bastante visibilidad, pero hay muchas mujeres que en su día no quisieron dedicarse a la cocina, pero sí a la parte más organizativa. Ahí están dos grandes, como Paz Ivison o Roser Torras. La mujer viene pegando bastante fuerte y es cuestión de tiempo que estén también en la primera línea. En el mundo de los eventos, como hay que tener mucha capacidad de organización, siempre ha habido muchas mujeres.
Es inevitable preguntarte tu opinión sobre la situación por la que está pasando el sector de la hostelería.
Ahora mismo la salud es vital. Tenemos un enemigo que no se ve y que de momento es imbatible, por lo que nos tendremos que adaptar, pero es una realidad que la hostelería bien trabajada es segura. Yo espero que las instituciones, que son quienes tienen que tomar las decisiones, lo comprendan, porque somos una parte muy importante de la actividad económica de este país. Hay que encontrar un equilibrio respetando la normativa.
¿Quiénes crees que sobrevivirán y quiénes se van a quedar en el camino?
Por desgracia, creo que va a caer mucho talento. El talento no está unido a la gestión y ahora mismo van a sobrevivir los que sean capaces de gestionar y dispongan de los recursos necesarios. El que tenga esa capacidad para soportar la situación, después podrá poner en valor su talento. Es más, considero que estas crisis son siempre momentos de cambios y con buena gestión y recursos, de crecimiento.