Un total de 2.438.426 personas utilizaron el pasado año los trenes AVE entre Madrid y Málaga, lo que supone un incremento del 3,5 por ciento respecto a 2016.
Del total, el 73 por ciento, es decir, 1.781.382 viajeros, utilizaron los AVE para desplazarse entre la capital de España y la Costa del Sol, en cualquiera de los sentidos. Otros 137.200 (5,6 por ciento del total) se desplazaron entre Madrid y la estación de Antequera-Santa Ana, lo que se supone un crecimiento del 22, 6 por ciento respecto al año anterior.
Los meses de mayor demanda de toda la relación Madrid-Málaga fueron julio y mayo, con 229.000 y 226.000 usuarios, respectivamente. En la cuota de mercado de los viajes entre ambas capitales, el tren continúa en clara ventaja respecto al avión.
Precisamente, el pasado año se cumplió el décimo aniversario de la puesta en marcha de esta línea de alta velocidad. Desde diciembre de 2007, el AVE ha ido ganando terreno al viaje aéreo de forma constante, hasta alcanzar su récord el pasado mes de agosto cuando el el tren obtuvo el 88,1 por ciento de la cuota de mercado, frente al 11,9 por ciento del avión.
Por otro lado, los trenes AVE que enlazan Málaga y Barcelona fueron utilizados en 2017 por 635.600 viajeros, mientras que 108.000 usuarios viajaron en los servicios AV City Málaga-Valencia el año pasado.
Origen o destino
Desde Renfe han precisado que los billetes integrados que se ofrecen con origen o destino Málaga fueron utilizados por 217.000 viajeros el año pasado, lo que supone un incremento del 11 por ciento respecto a 2016.
La mayoría de ellos, 52.000 usuarios, se desplazaron a otras ciudades de Andalucía (Cádiz, Jaén y Córdoba principalmente); otros 41.300 usuarios utilizaron esta opción de viaje para desplazarse entre Málaga y Valencia y 24.500 lo hicieron con origen o destino Navarra.
Mediante el billete integrado, los malagueños también tienen la oportunidad de viajar en tren a destinos como Castilla León, Madrid, Cataluña, Aragón, Castilla la Mancha, La Rioja, País Vasco, Galicia, Cantabria y Murcia.
Los billetes integrados permiten combinar dos trenes mediante un enlace oficial, de forma que el viajero adquiere un único billete a través del cual Renfe garantiza su llegada a destino aún en el caso de pérdida del enlace. En el proceso de compra de un billete, al elegir origen y destino en cualquiera de los canales de venta, Renfe ofrece al cliente todas las combinaciones (en trenes directos o con enlace) con el tiempo global de viaje y precio cerrado.
