En apenas cinco años, desde su creación en 2013, Sigfrido Fruit ha experimentado un crecimiento sin precedentes. El pasado mes de septiembre, su fundador Sigfrido Molina, inauguraba unas nuevas y modernas instalaciones en el Parque Tecnoalimentario Costa del Sol-Axarquía (Vélez-Málaga). Especializada en la comercialización de aguacate, mango y hierbas aromáticas, encara un ejercicio con la sensación de los deberes cumplidos y un horizonte francamente esperanzador. El pasado año comercializó cerca de seis millones de kilos de aguacate y más de 600.000 de mango local. Sigfrido Molina nos ofrece un balance de la compañía y los retos de futuro que se plantea, a corto y medio plazo.
Tras el salto a la nueva planta del Parque Tecnoalimentario de Costa del Sol-Axarquía, ¿Qué balance puede hacer del año 2018?
Lo que hemos hecho en esta nueva planta ha sido trabajar con la nueva campaña de mango. Hemos crecido un 110 por cien en esta fruta respecto a 2017. Esa magnitud es indicativo de la capacidad productiva que ofrecen estas instalaciones que, afortunadamente, son una maravilla.
¿Qué planes tienen para 2019?
Aceptar los objetivos que habíamos cumplido con esta apertura. Y, de cara a los próximos tres años, nos planteamos metas asumibles. Por ejemplo, captar a clientes a los que no habíamos llegado, y abrir mucho más nuestro abanico en origen tanto en lo que respecta a proveedores nacionales como internacionales. A nivel general, somos partidarios de un crecimiento bien estructurado.
Este aumento espectacular de la producción, ¿se ha traducido en más trabajadores?
Sin duda. Ahora mismo, sumando los empleados en el campo y en la planta, rozamos las 60 personas de promedio.
La comercialización de aguacate es una de sus actividades principales…
Sí. Gestionamos mucho más volumen de aguacate. De hecho, hemos crecido en esta línea de negocio un 25 por ciento.
¿Cómo calificaría la última campaña de mango?
Ha sido una campaña muy plana con unos precios estabilizados. El único factor exógeno han sido las lluvias que, por su abundancia, han sido muy beneficiosas. Como resultado, hemos obtenido una superproducción donde la calidad ha sido bastante elevada y, a la vez, equilibrada. Al final, tanto los agricultores como la parte comercializadora, nos sentimos satisfechos. Por otra parte, las reclamaciones han sido, prácticamente, nulas lo que demuestra el gran nivel del mango español.
Respecto a la marca ecológica Avoo Rooll, ¿qué puede contarnos?
Avoo Roll es la marca con la que ha empezado a trabajar nuestra filial. Ha nacido, exclusivamente, para el mercado ecológico. Lleva funcionando desde septiembre, logrando una facturación bastante importante, dado su tamaño y actividad incipiente. Entiendo que para comercializar fruta convencional es necesario contar con una marca diferente y un origen diferente. Y, en este sentido, para lanzar un producto ecológico hay que partir, precisamente, de ahí. Avoo Roll viene a desarrollar mi concepto, basado en que una firma ecológica debe estar bien diferenciada y muy separada de una empresa que hace convencional.
¿Qué diferencia presenta Sigfrido Fruit respecto a otras comercializadoras que operan en el sector de subtropicales?
Lógicamente, Sigfrido vende aguacate y mango, pero, ¿cuál es la diferencia?. Desde su origen, siempre hemos querido resaltar la imagen de marca. No vender aguacates, simplemente, sino vender aguacates Sigfrido. Y esto no lo aporta únicamente el marketing. Esta imagen de calidad se basa en una buena selección de la fruta y especificaciones muy concretas diseñadas para cada cliente. En realidad, hacemos pedidos a medida. Contamos con más de 400 clientes y, en nuestro almacén, cada cliente tiene unas características únicas. Los pedidos se realizan cada día, manteniendo siempre el mismo nivel de calidad, sea cual sea el origen. Podemos decir que, cada cliente, ha crecido junto a nosotros, y nosotros junto a ellos.
Sigfrido tiene una línea de diseño y un packaging muy marcado y singular…
La verdad que se ha trabajado muchísimo en ese aspecto. En primer lugar, contamos con diseñadores especializados. En segundo lugar, se han echado muchas horas, días de trabajo para poder llegar a un resultado que fuera el que me convenciera a mí y también a todo el mundo. No ha sido un camino fácil, si le soy sincero. Los primeros diseños tuvieron sus defensores y también sus detractores. No obstante, luché contra viento y marea para lograr la imagen que puede ver hoy en día. Colorida, fresca, diferente y vinculada al carácter tropical de la fruta que ofrecemos.
¿Qué planes tienen para el año que entra?
Como le he dicho antes, posicionarnos y establecer la mejor situación para crecer. Creo que, en cualquier ascenso o crecimiento, hay una etapa en la que uno tiene que reflexionar que es lo que ha hecho y disfrutarlo. Y pienso que este 2019 va a ser ese, el año de disfrutar los logros obtenidos. A partir de ahí, con el equipo que tengo, la ubicación en el Parque Tecnoalimentario, unas nuevas instalaciones, mayor capacidad, lo último en cámaras frigoríficas, como le digo, con todo eso, nuestra misión es crecer ordenadamente.
El momento actual no exige ya crecer sino disfrutar de la posición alcanzada. Llevamos cinco años de lucha, de trabajo, cinco años formando equipo, cinco años de una entrega abnegada por parte de una plantilla que ha ido aumentando, pero que goza de una estructura muy sólida.
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