Entrevista con Carlos Fernandes Goes, cocinero de Restaurante & Copas Mosaico

“Empezamos con unos pocos platos de la cocina árabe y ampliamos la carta por la demanda de nuestros clientes”

La fusión entre la cocina marroquí y la malagueña tienen su espacio en un local con encanto en pleno centro de Málaga, en calle Sánchez Pastor; donde el paladar se deja seducir por las especias y las esencias de la cocina más exótica. En Mosaico te dejarás cautivar por platos con puro sabor de la cultura mediterránea, en un ambiente tranquilo y distendido, donde la experiencia de la comida o la cena se convierte en un homenaje para los sentidos.

¿Cuánto tiempo lleva Mosaico en Málaga?

Llevamos cinco años, y la idea nace de montar un restaurante con platos de calidad y precios razonables, con una decoración limpia. Empezamos con unos pocos platos de la cocina árabe y  ampliamos la carta por la demanda de nuestros clientes, y por ello cada vez más fuimos especializándonos en esa cocina. Muchos de nuestros clientes dicen que nuestros platos les recordaban a sus viajes a Marruecos. De hecho, contamos con clientes que son españoles pero que han nacido en Marruecos, y que dicen que les viene a la mente su infancia, porque encuentran los sabores muy parecidos.

¿Qué platos son lo que ofrecéis de esa cocina?

Pues tenemos el cuscús, la pastela, el tajín, que son algunos de los más clásicos, y también tenemos kefta y de vez en cuando hacemos pierna de cordero al horno.

De hecho en cuscús y tajín tenéis una amplia oferta…

Sí, el tajín de ternera está exquisito y tiene un sabor a jengibre, una combinación salada y dulce que agrada mucho. Y en el cuscús lo que más salen son los de pollo y los de cordero. Con este último, marida muy bien con un buen vino tinto.

¿Y ahora en estas fechas qué apetece en Mosaico?

Ahora en estos días, con la entrada del frío de golpe, nos están pidiendo mucho el harira, que es una sopa muy tipica de la cocina marroquí, un plato de cuchara que a la gente le encanta. Tiene garbanzos, arroz, carnes y por supuesto, especias; que son fundamentales.

Las especias son el toque que tiene la gastronomía marroquí y que se aprecia por parte de la clientela…

Sí, a la gente le encanta, y eso me sorprendió porque a veces no se suelen acostumbrar a esos gustos.

En tema de postres y dulces también la cocina árabe es un referente…

Sí, de hecho los pedimos por encargo, ya que son unos dulces especiales que traemos aquí porque me gusta que la materia prima sea de calidad, sobre todo la almendra y la miel. Algunos que ofrecemos son los chubakya y el briwat de almendra, en estos últimos se mezcla la miel y la almendra y tiene un sabor similar al turrón.

¿Y dentro de la carta mediterránea, cuáles son vuestros platos estrella?

El tartar de salmón le encanta a la clientela, así como la carrillada. Hemos hecho también un solomillo con una salsa muy especial, con un toque árabe a base de dátiles y que les gusta mucho. Cuando hay grupos, hay algunos que no son muy aficionados de ese tipo de cocina y por eso ofrecemos platos mediterráneos de esta zona. Pero habiendo gente reticente a los platos árabes, lo han probado aquí y les encantan, y de hecho llegan a repetir, como por ejemplo con el cuscús o el tajín.

¿Cómo resumiría la filosofía de Mosaico?

Utilizamos productos malagueños que compramos en los mercados del entorno, que sean frescos, aportando calidad y unos precios razonables en el centro de Málaga. Nuestros platos y la gastronomía que ofrecemos es como si estuvieras en casa, cuidando los detalles; y en vinos apostamos por los de aquí, como pueden ser los de Ronda.

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