Entrevista con José A. Cañamero, fundador de Coín para Comérselo

Vuestro producto estrella sigue siendo el Dulce de Tomate Huevo de Toro, ¿verdad?

Tanto el Dulce de Tomate como la Mermelada de Tomate Huevo de Toro, básicamente. El primero tiene la textura del dulce de membrillo pero menos dulce y con un sabor genuino a tomate. La verdad que está teniendo mejor respuesta fuera de Málaga. Estamos vendiéndolo en Barcelona, Madrid, Galicia. Y poco a poco, buscando distribuidores en toda España. Y nos dirigimos a tiendas y establecimientos gourmets.

Además del Dulce Huevo de Toro, vuestro producto estrella, ¿qué más elaboraciones comercializáis?

Elaboramos una línea de patés vegetales donde puedes encontrar Paté de Remolacha, de Berenjenas Asadas, de Garbanzos y de Pimientos Asados. Sin olvidar, el de Cabello de Ángel. Luego, en mermeladas, tenemos la de Higo de la Reina, es la variedad de higo más típica de la zona del Valle del Guadalhorce, también la Mermelada de Zanahoria, la de Mango y el dulce de Kiwi. A nivel de Horeca, uno de nuestros clientes más importantes en el segmento de las mermeladas es la red de Paradores Nacionales. No obstante, actualmente estamos negociando con grandes cadenas de supermercados para introducir nuestros productos en el área gourmet y más especializada. Como novedad, hemos iniciado la comercialización del gazpacho de huevo de toro y el pisto artesano de huevo de toro.

¿Qué novedades puedes avanzarme?

Pues recientemente, el día 27 inaugurábamos la nueva fábrica de ‘Coín para Comérselo’. Hasta entonces trabajábamos en un pequeño obrador donde se elaboraban las conservas. Hemos adquirido maquinaria nueva y gracias al CADE hemos podido mudarnos a una nave de mayores dimensiones.

¿Con la nueva fábrica que elementos mejoráis?

En principio y, sobre todo, elevar la producción. Debo decir que se mantienen todos los pasos artesanales que había antes. No obstante, hay cambios. Si antes teníamos un tamizador manual para la pulpa de tomate ahora es automático y nos permite subir en kilos. Después de dos años comercializando la marca ‘Coín para Comérselo’ y las líneas de Dulce de Tomate y Patés Vegetales, ahora toca producir más. Y esto ha interesado a grandes cadenas de alimentación para sus zonas gourmet con las que estamos negociando.

¿Dónde se ubica esta nueva planta?

En el Parque Empresarial de Coín.

Para la elaboración de vuestros patés y mermeladas, utilizáis productos de alta calidad y de cercanía, ¿verdad?

Toda la verdura y hortalizas que utilizamos proceden de la huerta de la zona del Guadalhorce y de la máxima calidad. Otra novedad que nos permite la nueva maquinaria, es ofrecer a los agricultores la posibilidad de hacer conservas con los excedentes de su propia huerta. Es muy parecido a lo que hace un molino de aceite cuando te permite obtener el AOVE de tus propias aceitunas.

¿Qué os diferencia respecto a otras empresas que hagan conservas similares?

Nosotros no utilizamos ni aditivos ni conservantes. Nada que no sea natural. Eso lo tenemos muy claro. En la mermelada, como mucho, encuentras algo de zumo de limón. Y, en las conservas vegetales, la única medida es una esterilización a baja temperatura. Verdura pura y de alta calidad, en definitiva. El Tomate Huevo de Toro, es un ejemplo del camino de calidad. Al margen de su carnosidad, cuando elaboramos la conserva, requiere mucha menos azúcar respecto a otras variedades.

¿Cómo decides meterme en este proyecto?

Vengo de una empresa familiar dedicada al sector cárnico. Mi mujer, María Dolores Sibajas, y yo continuamos todavía. Tenemos la Morcilla con Piñón y Pasas, Morcones, Chorizo de Pollo, entre otros productos. Hace dos años, hicimos un evento gastronómico en Coín al que acudió Pepe Cobos y Leonor de Sabor a Málaga. Actuaron de jurado y les gustaron nuestras preparaciones. Por la zona del Guadalhorce apenas existían conserveras. Como consecuencia, nos pusimos manos a la obra, y aquí está el resultado.

¿Unos productos que conectan bien con las nuevas tendencias que propugnan hábitos saludables?

La gente cada vez quiere cosas más naturales y alimentos con menos grasas. La verdad es que hemos aprovechado esta coyuntura favorable para crecer. Opino que es una línea de negocio con potencial y ahí estamos.

¿En los últimos años, muchos productores de fruta y verdura han pasado de meros comercializadores a entrar en productos de tercera o cuarta gama. ¿Observas que hay más emprendedores que hacen como vosotros?

Es verdad que hay más emprendedores pero también es cierto que el cliente demanda un producto con más elaboración, más procesado. Entre las novedades, hemos sacado un tomate con aceite de oliva para untar sobre tostas al igual que un gazpacho al natural en envases de cristal. El gazpacho lo elaboramos con una pasteurización a baja temperatura (65 ºC). Además, tiene ocho meses de caducidad y no lleva conservante ninguno.

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Juan Alberto Gómez
Redactor todoterreno con más de 15 años de experiencia, en el mundo de la gastronomía, el turismo y la economía. Explorador incansable de los sabores, las cocinas del mundo y los nuevos hallazgos culinarios. Siente pasión por todo lo que rodea al mundo del vino y la enología. También de los productos de temporada y kilómetro 0, lo que viene en denominarse ‘slow food’. Hace suyas unas palabras de Cicerón: “el placer de los banquetes debe medirse no por la abundancia de los manjares, sino por la reunión de los amigos y por su conversación”.