“Aún no sabemos por dónde pasa el futuro de la pesca”
¿De qué cuestiones concretas se encarga una patrona mayor?
Lo que llevo es la parte social, la representación pública ante las administraciones. El patrón o patrona es la voz de todos y se encarga de velar por los intereses del sector y de llevar el control de la cofradía. Por encima, el único órgano superior es la Junta General.
¿Cuántos barcos componen la flota de Caleta de Vélez y cuántas familias viven directamente de la pesca?
Ahora mismos tenemos 81 barcos y de la pesca vivimos aproximadamente unas 400 familias.
¿Qué tipo de pesca practican?
Tenemos de arrastre, de cerco y también artes menores. La mayoritaria es el arte menor con embarcaciones más pequeñas. Las principales especies que se capturan en Caleta de Vélez, en la zona de Mar de Alborán
¿cuáles son?
Tenemos mucha variedad. En el cerco lo más frecuente es el boquerón y la sardina. En el arrastre, desde gambas hasta quisquillas, cigalas, rape, meluza, jibia, ralla o salmonete. Y en el arte menor hay embarcaciones que tienen licencia para capturar moluscos bivalvos como conchas finas… otras para sólo el pulpo y otras para
lenguado, rodaballo o bonito, dependiendo del tipo de red que lleven.
¿En qué época de año se capturan cada una de ellas? ¿Hay algunas que tengan excesiva temporalidad o que requieran de paros biológicos?
Con el cambio climático nos sorprende la mar cada día. Eso depende también de la especie. Por ejemplo, el salmonete está mejor en verano, aunque
se pesca durante todo el año. La cigala ahora tiene una punta más alta
o la gamba en diciembre. Fluctúa mucho. El bonito se empieza en mayo y acaba en noviembre.
¿Hay alguna especie en abundancia y que no se capture porque luego no se vende, bien por bajo precio o porque la gente no lo demanda?
La caballa es uno de los casos. Es más pequeña de lo normal y hay mucha, pero no tiene valor comercial y por eso no se trae ya que no interesa. El jurel tiene una talla mínima de 15 cm y a partir de ese tamaño es poco comercial porque es más grande y no se quiere.
¿Hay mujeres que salen a faenar?
Ha habido. Actualmente no hay ninguna por la conciliación, ya que las ocupaciones de la familia siguen siendo para la mujer. Y si no eres familia directa de un armador es más difícil acceder a un puesto porque la pesca es un mundo muy masculino. Está cambiando, afortunadamente, pero no tienen confianza en la mujer. La mentalidad es antigua y machista. Les cuesta aún, aunque yo estoy aquí por votación, lo que
demuestra que algo está cambiando.
Es usted la única patrona mayor (mujer) de una cofradía de pescadores en toda Andalucía. ¿Cómo se desenvuelve en un mundo mayoritariamente de hombres en la actualidad? ¿Se ha sentido discriminada o ha detectado alguna actitud machista en su trabajo?
Ahora mismo no. Anteriormente en 2010 sí lo sufrí. Era la primera vez y no tenía confianza en mí misma. Era algo nuevo para mí. Sí me sentí mal porque me trataron mal y por ello dimití; por la presión, pero mantuve el cargo en la Junta General. No me rendí. En aquel tiempo no soportaba la presión, puesto que yo tenía familia
y no quería un enfrentamiento de mi familia con el resto. Menos mal que eso ya pasó. Ha habido nuevas elecciones en 2015 y me pidieron que fuera en las listas y salí elegida. Eso me dio confianza y me veo cómoda en este mundo de la pesca porque siempre me he movido en él. Soy hija, nieta, sobrina y prima de pescadores y
mi marido también pesca. Me veo ahora como una más. Hay reuniones con 40 hombres y yo sola de mujer.
¿Cuáles son los principales problemas que ahora afectan a la pesca?
Muchos. El reglamento europeo nos preocupa. Según los estudios científicos de 2016, el Mediterráneo está sobreexplotado y las especies se están resintiendo, pero el pescador no es culpable de que el boquerón no engorde o no se cambien los ciclos de reproducción. Al contrario, los pescadores queremos un mar sano y somos los primeros interesados en ello. Luego están las depuraciones de tierra, que se hacen
de forma incorrecta. Y por ello el marisco se ve afectado al filtrar esa agua. Cuando capturamos moluscos bivalvos hay que llevarlos hasta Fuengirola para depurarlos y ese coste corre de nuestra cuenta. No hay ningún tipo de ayuda. Si las aguas no están bien no es culpa del pescador. Y debido a todos esos factores pretenden que reduzcamos un 10 por ciento el número de días que cada barco sale a faenar al año. Pienso que, de cara a la ecología, todo eso está muy bien pero no hay control alguno sobre las embarcaciones deportivas.
¿Qué opina de la nueva legislación relativa a la pesca de descarte que ha entrado en vigor a primeros de año?
Los pescadores están descontentos. Les supone un mayor coste económico tener que llevar las capturas almacenadas en el barco, en frío, llevarlas a puerto. Ese es otro de los problemas que tiene el sector.
¿Por dónde pasa el futuro de la pesca?
Ahora mismo estamos en una mala época. Nadie nos dice nada concreto. Hemos estado con la Junta más de dos años trabajando para crear un documento que nos compromete a realizar nuestras propias reducciones para salir a faenar y avisamos de que menos de 190 días por año ningún barco es rentable y hemos llevado este asunto hasta el Gobierno central. Y no tenemos respuesta. Yo invitaría a todos los políticos a embarcarse. Es muy fácil poner normas desde un sillón.