“La identidad de nuestra cocina apela constantemente a la calidad”
Alea es uno de esos restaurantes que han visto pasar más de una década junto a su puerta creciendo poco a poco en oferta gastronómica y espacio.
Después de once años ofrecen un espacio gastronómico de 900 metros cuadrados en pleno centro para la celebración de eventos, incluyendo una zona de tapería, algunos reservados para reuniones y un salón muy acogedor en el que disfrutar de veladas de calidad.
Ahora, el restaurante afronta una nueva etapa con Pachu Barrera como jefe de cocina, nueva identidad gastronómica, nueva decoración en los espacios y nueva carta. Sin duda, unos reclamos que no dejarán indiferente a nadie que pase por el restaurante.
¿Cuál es el origen de Alea?
Nace en 2006. Este año cumplimos once años. El origen de nuestro restaurante es diferente al resto porque nosotros primero nos enamoramos del edificio y después decidimos convertirlo en un restaurante. Estamos en uno de los edificios emblemáticos de los que quedan en Málaga, del siglo XIX.
¿Cómo ha ido evolucionando vuestra propuesta gastronómica?
Los principios de Alea fueron más los de una tapería. Somos cinco socios: César, Roberto, Alfredo, Luis y yo, y todos queríamos montar algo divertido y por eso creamos ese concepto que hemos ido evolucionando a lo largo de estos años.
Ocupamos al principio un 30 por ciento de la superficie, y conforme empezamos a obtener recursos fuimos ampliando al resto del edificio hasta lo que es ahora con 900 metros cuadrados.
Luego pasamos a tener el restaurante, así que ahora tenemos dos zonas, restaurante con zona de eventos y tapería cervecería. Hacemos eventos de todo tipo en el centro de Málaga, y esa es una de las características exclusivas que tenemos.
Sabemos que estáis en pleno proceso de cambios. ¿Qué tenéis pensado hacer en el restaurante para vuestros clientes?
Nuestro objetivo de este año ya está definido, montar una zona de cervecería, ya que hay una parte de la clientela que busca una zona más divertida. Zona de grifos de cerveza de forma más informal y tapería en la planta de abajo, mientras que en la parte superior vamos a montar un restaurante de alta gastronomía en el cuál solamente tendremos seis mesas y una cocina para esas seis mesas. Por supuesto, continuaremos con la organización de eventos, grupos y presentaciones, que es nuestra base.
Además, tenéis nuevo jefe de cocina…
Así es. Hemos incorporado recientemente a Pachu Barrera. Con él queremos dar una nueva identidad a nuestra cocina e identificar nuestro restaurante con el perfil de un cocinero de mucho nivel con el que nuestros clientes sepan que van a encontrar un estilo y esa identidad que apela constantemente a la calidad.
Con Pachu estamos trabajando en esa línea y también en una profesionalización aún mayor de nuestro concepto de restauración.
¿Usáis mucho producto de Málaga en vuestra cocina?
Por supuesto, desde el principio nosotros los tenemos en la cocina, antes incluso de que comenzará su andadura Sabor a Málaga.
Nuestro objetivo es mostrar al cliente productos malagueños, aunque obviamente de otros lugares también. Siempre buscamos la calidad. Somos muy exigentes con los proveedores y buscamos la mejor calidad.
Todo el esfuerzo que estáis poniendo los hosteleros y empresarios de Málaga en el sector gastronómico se está viendo reflejado en que es uno de los motores económicos de la provincia, ¿cuál crees que es la clave?
En Málaga hay muchos restaurantes con muy buenos cocineros, aunque el 80 por ciento de los restaurantes del centro son de fritura y eso le está dando una imagen que realmente no es la que pretendemos vender muchos de los que queremos hacer un turismo de calidad.