Cuando Cristina Domínguez pensaba en cómo sería su restaurante y qué ofrecería en él a sus clientes lo tenía claro: elaborar los platos de siempre, pero con un toque actual. Fruto de este deseo y de conocer a Lorena Domínguez nació Calendula, un gastrobar ubicado en Torremolinos que abrió sus puertas hace cuatro años y medio y que en todo este tiempo ha dado mucho que hablar por ofrecer a sus clientes una propuesta muy alejada del ‘pescaíto’ frito que caracteriza a la oferta hostelera de la localidad.
Cristina es gaditana. Estudió en la escuela de hostelería de San Roque. Fue trabajando en Puente Romano, en Marbella, donde conoció a Lorena. La idea de abrir su propio restaurante se fue forjando poco a poco, como se hacen los buenos platos. Y como ocurre con muchos deseos, este se convirtió en realidad y actualmente regentan un gastrobar en el que Cristina pilota con maestría la cocina y Lorena está pendiente de la sala junto con un equipo que ofrece un servicio atento y muy profesional.
Caléndula ofrece en su carta platos de corte mediterráneo, frescos, con emplatados coloridos. En muchos de ellos existe la posibilidad de pedir una ración mini, pues es una carta pensada para compartir, donde distintas sugerencias completan la oferta.
Para abrir boca puedes pedir desde un plato clásico, como la ensaladilla rusa o la crema de salmorejo con huevo y jamón, hasta otros más actuales como el tartar de atún y aguacate o el timbal de foie, queso de cabra y manzana dulce. Entre las sugerencias siempre vas a encontrar dos que se han convertido en los ‘best sellers’ gastronómicos de la casa: el sashimi de salmón con vinagreta de cítricos, un plato lleno de matices donde la naranja y la lima limpian a la perfección la grasa del pescado, y el salmorejo de naranja con bacalao ahumado y aceite de aceitunas negras, un pequeño guiño a la ensalada malagueña.
Entre sus principales versiones con marca de la casa, el hummus con langostinos al ajillo, el bacalao carbón con mayonesa de kimchi o el taco de camarón con guacamole, wakame y langostinos, este úlitimo un guiño muy simpático que Cristina hace a su tierra transformando en taco una tortillita de camarones. El foie fresco a la plancha con PX sobre sobao pasiego es otro de los bocados que no debes perderte en Caléndula, un contraste de texturas muy sabroso.
En la parte más contundente ofrece tanto carne como pescado. Una visita a Caléndula bien vale para pedir un bacalao gratinado sobre pimientos rojos caramelizados o un salmón sobre crema de coco y curry verde. Nosotros en esta visita no hemos querido perdernos uno de los platos estrella de esta casa: cochinillo sobre crema de manzana y PX, deshuesado, tierno y con un sabor que guardarás en la memoria del paladar. En el apartado de carnes encontrarás también otras propuestas igual de interesantes como el steak tartar con virutas de foie, el magret de pato trinchado con confitura de arándanos y el lingote de cordero lechal sobre cous cous y salsa menta, entre otros.
En los postres también tienen muy buena mano y podrás pedir desde un brownie con helado de vainilla hasta un sorbete de mango con espuma de coco, pasando por un ‘lemon pie’, entre otras propuestas. Y lo más importante, todos son caseros, al igual que el resto de su cocina. Aquí no se compra nada fuera, sino que todo es de elaboración propia.
Toda esta variedad y la correcta ejecución de la cocina de Caléndula han servido para que hayan ganado distintos premios en todas las rutas de la tapa que han participado en Torremolinos.
Ahora, a Cristina le toca dar rienda suelta a la creatividad, ya que en breve toca cambio de carta. Y lleva los deberes bien hechos, pues mientras charla con nosotros saca su teléfono y nos comenta alguno de los platos que incorporará a la nueva propuesta. Pero los detalles no te los vamos a contar en este reportaje, sino que tendrás que ir a Caléndula para averiguarlo. Eso sí, acuérdate de reservar si los visitas en fin de semana, que hacen lleno y no debes perdértelo.