Cantarrana, Mentidero y La Albacería: gastronomía andaluza

l frente de la gestión de estos establecimientos se encuentra la familia Frutos, con Javier Frutos como cabeza visible del negocio. Poco podía imaginar él que un día dejaría la abogacía para dedicarse de lleno al mundo de la hostelería. Y así fue, ya que en 2010 su familia decidió invertir en el sector abriendo las puertas de Cantarrana y en 2013 él dejó la toga para tomar las riendas del negocio, en el que también participan sus hermanos y su padre.

Lo que en un principio fue una aventura empresarial se ha convertido a día de hoy en toda una institución gastronómica en la capital, donde los productos y los platos andaluces son filosofía y marca de la casa y donde trabajan una cocina tradicional con productos de calidad y precios que los hacen ser muy competitivos.

La propuesta es variada, y el estilo también. Taberna Cantarrana está especialmente recomendado para quienes gustan de buenas carnes. Aquí las tienen con distintas denominaciones de origen y disponen de parrilla al carbón. A esta selección se suman otros platos más elaborados con cocina de temporada y cuchareo: desde su ibérico de bellota con dos huevos y patatas paja, hasta el albondigón en salsa de almendras o sus filetitos de solomillo al vino dulce de Málaga. Todo ello en un ambiente con servicio de restaurante y una buena carta de vinos en la que tienen algunas referencias malagueñas.

La Taberna el Mentidero fue el segundo espacio que abrió el grupo. Un lugar con auténtico sabor a costa andaluza, donde los espetos son los reyes de la mesa. Los preparan de forma tradicional, en una barca, y no sólo los sirven de sardinas, sino que también los hay de gambones, de lubina, de dorada y de calamar. A esta propuesta la acompañan otras tantas del mar: tortillitas de camarones, pulpo a la gallega, atún del chef y boquerones en vinagre, entre otras tantas.

Otra de sus propuestas gastronómica.

La Abacería del Cantarrana

El último restaurante en llegar a la familia ha sido La Abacería del Cantarrana, y lo ha hecho hace menos de un año para completar la oferta con un concepto de tapeo elaborado, platos selectos y raciones para compartir. Además, tiene una parte de ultramarinos, de modo que hay productos que se pueden llevar para degustar en casa, como ocurre con los embutidos, conservas, salazones y ahumados.

En su carta encontramos, además, platos como su delicia de pastrami en pan de centeno, su tartar de salchichón malagueño o su milhojas de tomate con mozzarela y pesto.

Una de las señas de identidad de la casa desde sus inicios es, sin duda, el atún en manteca, o como ellos dicen “una pizca de Cádiz en la mesa”, listo para untar en unas tostas calientes y disfrutar del sabor del mar. Un plato que hay que probar y que se puede pedir en cualquiera de los tres establecimientos.

En breve, Grupo Cantarrana ampliará el servicio y la carta de sus restaurantes, y lo harán siguiendo su filosofía de ofrecer buen producto y calidad a buen precio, de hacer cocina tradicional y de ofrecer el sabor de Málaga y Andalucía en sus platos.

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