Una combinación de todo esto es lo que vas a encontrar en El Restaurante de Mangoa, un establecimiento inaugurado recientemente en el Mercado San Francisco de Vélez-Málaga, donde a la suma de todos esos factores que hacen que un restaurante sea bueno se añade también el trato impecable que dan al producto malagueño.
Eduardo Huelin, Vanesa Cobos y Antonio Pastor se han unido en esta aventura empresarial para poner una nota gastronómica de alto nivel en la comarca de la Axarquía. Los dos primeros ya lo llevan a cabo desde hace años en Mangoa, su empresa de catering, y ahora han dado una vuelta más a la tuerca, pero manteniendo los estándares de calidad que caracterizan su servicio y sumando al equipo a Juan Quintanilla, el que fuera jefe de cocina de Skina en Marbella, que consiguió convertir este restaurante en un referente andaluz gracias a la consecución de una estrella Michelin.
Todo el saber hacer de Mangoa Catering les ha permitido implantar una filosofía muy estudiada y definida en la carta del restaurante, a la que han añadido audacia y atrevimiento a la hora de trabajar cada elaboración. Con esto El Restaurante de Mangoa ha conseguido un concepto gastronómico muy actual y creativo que está teniendo muy buena aceptación por parte del público. Su oferta está diseñada respetando el producto, la temporada y los sabores al máximo.
Recetario malagueño
Su punto de partida son los platos tradicionales del recetario malagueño y los productos más locales. Partiendo de esa base, han creado recetas nuevas con su propio sello, poniendo en carta elaboraciones como un gazpachuelo veleño con gyoza de gambas al lemongrass o unas caballas en realce con fideos fideuá y mejillones. En definitiva, una revisión de los clásicos llevándolos más allá y añadiendo un toque vanguardista tanto en la receta como en la presentación de cada plato.
Cuando comes a menudo en restaurantes puede parecer que ya lo has probado todo, o casi todo. Pero nada más lejos de la realidad. Afortunadamente, hay lugares que siguen dando sorpresas, y muy buenas. Bien sea por la propuesta gastronómica, por el espacio, por la atención, por el ambiente o por la ubicación, el caso es que en Málaga tenemos la suerte de que muchos empresarios de hostelería están comprometidos con la calidad, y eso es algo que se agradece mucho a la hora de salir.
Entre sus propuestas se encuentran algunos platos que no se pueden pasar por alto, como es el caso del tiradito de jureles con mango, donde la base es el jurel crudo, que lleva una salsa de mango triturado, ají amarillo, cebolla roja encurtida, guacamole, dados de batata y cilantro. Por supuesto, el jurel es del puerto de Caleta de Vélez y el mango de los campos de la Axarquía.
Mención especial merece también su mar y montaña, un calamar a la parrilla con manitas de cerdo deshuesadas sobre una salsa de zanahoria, apio, coco y jengibre. En las carnes bien vale probar la presa de bellota en adobo acompañada de col frita, calabaza y peros. Y como todo buen almuerzo acaba con un postre, no podemos pasar por alto su crema de batata, crumble de miel de caña y canela, una versión actualizada de uno de los platos dulces más tradicionales de la Axarquía, la cocina de batata.
Además de todo esto, en el servicio disfrutarás de unos panes especiales, de maíz y centeno, elaborados con su propia receta, una maravilla a la hora de acompañar un poquito de Único de Mondrón, un aceite de oliva virgen extra de edición limitada que se elabora en la comarca. También tienen una amplia selección de vinos malagueños y muchos de sus platos están adaptados a personas que no pueden tomar gluten.