Kaleido Málaga Port, conjunción de sabores

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Tengo como referencia a Kaleido prácticamente desde que abrió sus puertas en el Palmeral de las Sorpresas del puerto de Málaga. Su diseño moderno y elegante con sus luces de color en la zona de copas siempre me ha parecido original para un lugar tan abierto al mar como es el puerto. Al principio, fui mera espectadora de lo que ofrece este establecimiento tan cosmopolita. Su terraza era en muchas ocasiones el lugar de las reuniones de amigos del fin de semana. Un café, una copa o un aperitivo, siempre acompañados de la buena música de su terraza, pero nunca encontraba el momento para probar su carta. Hace un par de años Kaleido Málaga Port fue el punto de encuentro de una quedada de blogueros interesados en la gastronomía que se transformó en un descubrimiento de cocina bien hecha y buen servicio que, posteriormente, he tenido en cuenta a la hora de organizar algunos eventos y reuniones.

Ahora que le han dado una vuelta a su carta con motivo de la temporada estival, era el momento perfecto para volver y conocer los platos nuevos de primera mano. Para esta ocasión, elegimos un menú degustación que nos diera una amplia idea de lo que será de ahora en adelante la carta trabajada por Roberto Nieves, su jefe de cocina, un joven que lleva casi 20 años trabajando en el sector de la restauración y que se ha curtido en cocinas tan interesantes como la de Martín Berasategui.

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Roberto ha estado trabajando en una carta “que guste a todos”. Los platos recién incorporados al servicio siguen teniendo sello Kaleido: cocina contemporánea donde hay lugar para los guiños a algunos platos de Málaga con algún toque más tradicional, como el primero que degustamos, que fue la porra antequerana con crujiente de boquerones y camarón. El pase continuó con una vieira glaseada con consomé ibérico y puré trufado para pasar después a un huevo poché a las finas hierbas salteado con verduritas baby y cremoso de manchego. El menú degustación incluía también dos platos más contundentes, por un lado el salmón a la plancha marinado a la vainilla, algas gallegas, frutas tropicales y emulsión de citronella y, por otro, solomillo con salsa chuimichurri verde. El broche dulce fue una tarta de queso con toffe y helado.

Además de estos platos, que también se pueden pedir fuera del menú degustación, ofrecen entradas como el tartar de corvina al curry verde y cilantro o el carpaccio de ternera con lascas de parmesano, rúcula, piñones y vinagreta balsámica. Entre sus ensaladas destaca la de confit de mato y manzana marinada. También ofrecen platos variados en cuanto a pescados y carnes, el tataki de atún, el bacalao, el cordero asado o el steak tartar son solo algunos de los platos más contundentes de la carta. En cuanto los postres, también son variados y tienen sugerencias muy apetitosas como el strudel de manzana con toffee de vainilla o la piña confitada al cardamomo. La oferta gastronómica la completa una variada carta de snacks: ensaladillas, frituras de pescado, croquetas y hamburguesitas, todo para degustar con unas buenas vistas al mar y al puerto en su amplia terraza, donde es muy habitual escuchar música en vivo.

En cuanto a su carta de vinos, es muy internacional. Tienen referencias de la DO Sierras de Málaga y de otras como Rueda, Bierzo o Rías Baixas, así como de California, Mosela (Alemania) y Toscana (Italia), entre otras.

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