Álora, la bien cercada

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Una fortaleza árabe muy bien conservada, un rico legado eclesiástico o una fértil vega son algunos de los pilares sobre los que se asienta la oferta turística de Álora. Su término municipal, que incluye varios anejos y diseminados, es atravesado por el Guadalhorce, que le deja postales únicas, como la del paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes, situado a un paso de su barriada de El Chorrro.

Quien se aproxime a la localidad de Álora lo primero que verá de ella será su antigua fortaleza árabe, una de las mejor conservadas de la provincia de Málaga. Desde la fértil ribera del Guadalhorce, por cualquiera de las vías que conducen hasta este pueblo, el castillo se erige como protagonista del paisaje, sobre una colina que le permite divisar al mismo tiempo la villa y el valle.

Este recinto amurallado fue de gran importancia al estar durante muchos años en territorio fronterizo entre cristianos y árabes. Así lo recuerda un romance que dice: “Álora, la bien cercada, tú que estás en par del río, cércote el Adelantado una mañana en domingo” (De ahí que, en la entrada del pueblo, aún se mantenga el lema de Álora, ‘la bien cercada’).

A pesar de que su interior ha sido usado durante muchos años  como cementerio, esta fortaleza sigue conservando perfectamente su estructura y contiene algunas sorpresas. Eso sí, para valorarlo en su justa medida hay que tener en cuenta antes que su origen es romano, si bien después de pasar por manos visigodas, los árabes le dieron el actual aspecto.

Una vez que se llega hasta el castillo, conviene rodearlo para disfrutar de sus vistas, pero no hay que eludir una visita a su interior, porque aguardan importantes construcciones. Es el caso de la Torre de la Vela, que fue erigida en la época de los reinos taifas, y un arco de herradura que es único en Occidente. También dentro se edificó una mezquita, sobre la que posteriormente se levantó la primera parroquia de Santa María de la Encarnación, hoy conocida como la Capilla del Nazareno.

La actual iglesia de la Encarnación se levantó años después en lo que hoy es el centro de la villa. Ubicada en una céntrica plaza donde se celebra en Semana Santa la tradicional procesión de la ‘Despedía’, la parroquia tiene elementos importantes en su interior, como su armadura de madera o el altar mayor. Se trata de una construcción del siglo XVII que hoy está considerada, después de la Catedral de Málaga, claro está, el segundo mayor templo de la provincia.

Dentro de pueblo también merece la pena conocer las capillas de Vera Cruz y de Santa Brígida (en la barriada de la estación), ambas construidas durante el siglo XVI.

Otro de los edificios importantes es el antiguo convento de Nuestra Señora de Flores, situado a dos kilómetros del casco urbano. Es un inmueble del siglo XVI, que ha sido recientemente restaurado. En el interior de su templo se encuentra la imagen de la Virgen de Flores, patrona de la localidad.                         

El patrimonio histórico de Álora, un pueblo que en su día acogió al mismísimo Miguel de Cervantes, se complementa con algunos museos históricos y etnográficos, donde se puede hacer un recorrido por los últimos siglos del municipio.

Eso sí, además de un gran legado monumental, Álora tiene un gran atractivo natural y agrícola. Cabe recordar que parte de su territorio participa del anteriormente citado Desfiladero de los Gaitanes, que, a su vez, es atravesado por el Caminito del Rey, uno de los grandes atractivos e la oferta turística de la provincia de Málaga. Esta garganta pertenece en parte a la sierra de Huma, que, en buena parte, pertenece a Álora. Se trata de una abrupta sierra que ofrece un bonito desafío a los senderistas y a los escaladores en cualquier época del año.

Por otro lado, el territorio de Álora se beneficia de la fertilidad de la ribera del Guadalhorce. Así, es posible ver por allí huertas muy productivas, campos de cítricos, olivares o viñedos, como los de la cada vez más reputada Bodega Pérez Hidalgo.

Aunque es un destino idóneo prácticamente para todo el año, entre los primeros días de diciembre y los primeros de enero, cuenta con un amplio programa dedicado a la Navidad. Así, además de un mercadillo navideño y un belén viviente (entre el 15 y el 17 de diciembre), cuenta con varias actividades singulares en estos días, como algunos talleres infantiles, su Ruta de Belenes o la San Silvestre Perota, una carrera que tendrá lugar el último día del año.   

QUÉ COMER

La sopa perota es el plato más emblemático de Álora. Se puede consumir prácticamente en cualquier época del año. Entre los sitios más recomendables para probarla está la conocida Hacienda Los Conejitos (en la salida del pueblo hacia Carratraca). De hecho, este restaurante, que apuesta fuerte por la gastronomía de la comarca y de la provincia, es el encargado de elaborar este plato en la fiesta gastronómica que cada mes de octubre se celebra en torno a él. Otras buenas opciones para comer en Álora son Casa Abilio, Los Caballos o La Garganta.

CÓMO LLEGAR

Además de varios posibles accesos por carretera, hay que tener en cuenta que la línea de Cercanías llega hasta Álora Estación (después habría que utilizar el transporte público o privado para llegar al principal casco urbano). Los que prefieran ir en coche pueden hacerlo tomando algunos de los desvíos que hay desde la A-357 (Málaga-Campillos).

DÓNDE DORMIR

Para pernoctar en territorio perote hay muchas posibilidades. Entre ellas está la que ofrece el complejo turístico La Garganta, con privilegiadas vistas al Desfiladero de los Gaitanes. Sus habitaciones son amplias y cuentan con todos los servicios necesarios para pasar un fin de semana o incluso una escapada más larga. Otras opciones de la localidad son los hoteles Don Pero y La Molina, el hostal Durán o las casas rurales de Finca Rocabella.

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