Turismo Costa del Sol te acerca los principales retos que esconden los distintos campos de golf del destino. Hay más de setenta, pero no son iguales. Que el destino Costa del Golf destaque como referencia entre aficionados nacionales e internacionales no es sólo por la cantidad, sino por la calidad de los distintos campos desplegados a lo largo de la provincia de Málaga y parte de la gaditana.
Desde Turismo Costa del Sol invitamos a recorrer las características más singulares de un destino que parece hecho para la práctica del golf durante los 365 días del año. En este primer recorrido cubriremos la zona de la Axarquía, al este de la provincia, y la propia capital malagueña.
Al igual que ocurre en las comarcas Valle del Guadalhorce y Antequera, en la Costa del Sol Oriental crece cada año el número de golfistas atraídos por el buen tiempo, el confort, la tranquilidad, los paisajes y la gastronomía que ofrece la Axarquía. Añoreta, en Rincón de la Victoria, y Baviera Golf, en Caleta de Vélez, son los dos campos de esta zona de la provincia malagueña en los que se puede disfrutar de este deporte con vistas al mar y a la montaña.
Otro de los campos con una espectacular panorámica frente al azul de las aguas del Mediterráneo es el Parador de Málaga Golf, el más antiguo de Andalucía, una referencia para profesionales y aficionados. Muy cerca se encuentra el Guadalhorce Club de Golf, que vive su mejor momento, y al este de la ciudad el Real Club de Golf El Candado, uno de los históricos de la Costa del Sol. Conocemos los hoyos más destacados de estos cinco campos.
Baviera: un hándicap 1 largo entre pavos reales
Rodeados de cultivos tropicales de aguacates y mangos se encuentra Baviera Golf, ubicado en un valle con un microclima perfecto para la práctica del golf, lindando con el Parque Natural de Sierra Tejada, Alhama y Almijara. Un lugar ideal para disfrutar de este deporte a escasos metros del Puerto Deportivo de la Caleta de Vélez y de sus playas.
Diseñado por José María Cañizares, es un campo plano de 18 hoyos que se caracteriza por sus ‘greenes’ amplios, con muchos movimientos y gran diversidad de obstáculos. Para el director gerente de Baviera Golf, Ignacio Iturbe, el hoyo más emblemático es el 12, un par cinco de 532 metros. Es el hándicap 1, el más difícil del recorrido por su trazado de gran longitud.
En su franja derecha le acompaña un arroyo desde el tee de salida hasta el green. Está situado a 200 metros de la playa, con un paisaje espectacular a las sierras que lo protegen y rematado por el mar. Es el hoyo a batir por los jugadores, que disfrutan en un entorno natural sin construcción alrededor, con pavos reales y camaleones merodeando por él.
Añoreta: un tee elevado con el Mediterráneo como telón de fondo
Añoreta Golf fue el primer campo de golf construido en la comarca de la Axarquía, fundado en 1990 y diseñado por el prestigioso jugador José María Cañizares, ganador de cinco torneos del circuito europeo y dos campeonatos del mundo. Situado en Rincón de la Victoria, cuenta con un recorrido de 18 hoyos par 72, con un trazado muy variado que permite que el juego sea muy ameno.
Para la dirección del Añoreta Golf, el más destacado es el número 7, un par cuatro espectacular por sus vistas al mar, ya que se encuentra a menos de un kilómetro de la costa. Desde el elevado tee de salida se pueden divisar varias calles del campo de golf con el Mediterráneo como telón de fondo. Se trata de un hoyo corto, estratégico con un pequeño lago que entra en juego en el primer golpe y rodeado por olivos autóctonos de la zona y con palmeras datileras en el green.
Parador de Málaga: un hoyo paralelo al mar y rodeado de árboles
El olor a césped y salitre se mezclan durante un recorrido bordeado por dunas de arena, pinos, palmeras y eucaliptos. A orillas del Mediterráneo se ubica el Parador de Málaga Golf, el campo decano de Andalucía cuyos inicios se remontan a comienzos de los años 20. Impulsado por la princesa Beatriz de Battenberg, de la familia Real Británica, luce la firma del diseñador Tom Simpson.
En un principio contaba con 18 hoyos, pero se amplió a 27. Lo más llamativo de este campo, que ha sido elegido por la PGA Europea como sede para varios torneos, es que en torno a un kilómetro discurre en paralelo al mar y la hierba se funde con la arena de la playa.
Según explica la dirección de este complejo, el hoyo 12 es el más característico del Parador de Golf. Es un par cinco de 498 metros, el más largo del recorrido, que va paralelo al mar y que se adentra en una abundante arboleda. Tiene una salida del tee bastante estrecha, escoltado por árboles a la izquierda y a la derecha del trazado. El green está ligeramente en alto y protegido por bunkers profundos, mientras que al fondo se ve la pista de despegue del aeropuerto, que ofrece un constante flujo de aviones muy cercanos.
Guadalhorce: un green presidido por un cortijo del siglo XVIII
En el distrito de Campanillas destaca el Club de Golf Guadalhorce, diseñado a finales de los años 80 por el arquitecto finlandés Kosti Kuronen en una vieja finca agrícola situada al norte del aeropuerto y junto al río que le da nombre. Compuesto por 18 hoyos, fue remodelado por el malagueño Miguel Ángel Jiménez.
Uno de sus hoyos más destacados es el 18, un par cuatro de 407 metros con el mayor green de todo el recorrido. Su amplia calle está protegida por dos bunkers y por árboles a ambos lados. A lo largo de todo el hoyo se puede disfrutar de unas bonitas vistas del green, presidido por un viejo caserón del siglo XVIII, antes conocido como Cortijo de Colmenares y, actualmente es la Casa Club.
El Candado: un par 4 en bajada hacia el mar
En el extremo más oriental de Málaga capital se encuentra encajado en un pequeño valle el Real Club de Golf El Candado, por cuyas calles y greenes han pasado los pioneros malagueños de este deporte. Este campo corto de 9 hoyos es uno de los históricos de la Costa del Sol, con un diseño que presenta muchos desniveles.
Destaca el hoyo 2, denominado ‘Al mar’ por sus preciosas vistas con fondo azul de cielo y mar a medida que se avanza desde la salida al green. Es un par 4 de 365 metros, que se encuentra situado en bajada, por lo que la bola rueda mucho y el primer golpe es ciego, ya que no se ve el green. No tiene muchos obstáculos, es amplio en su primera parte aunque al final se estrecha y esta preciosa panorámica permite combinar la belleza y el verdor del campo de golf con la tranquilidad del mar Mediterráneo.
