Huertos ecológicos: Llega la moda del DIY

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“¡Esto es alucinante! Puedes ver una semillita y después compruebas cómo va creciendo y cómo te comes la verdura con tus propias manos”. El pequeño Iván explica con emoción lo que significa para él ser un precoz aprendiz de hortelano junto a su madre, Mar. Ambos aprovechan los fines de semana para pasar un rato en Campanillas, donde tienen una de las 200 parcelas que Puro Huerto ha acondicionado para fomentar una práctica, la de la horticultura, que cada vez goza de mayor número de aficionados.

Este es uno de los espacios destinados a huertos urbanos de la provincia de Málaga. Puesto en marcha en 2012 por Francisco Moreno y su familia. Siempre habían estado vinculados al mundo de la agricultura y tenían una finca a la que querían sacar provecho. ¿Qué hicieron? “Dividimos el terreno en porciones de 50 y 60 metros, se equiparon con lo necesario para poder cultivar –riego, vallado, tierras fértiles– y comenzamos a darnos a conocer”, explica Moreno. Lo que sucedió es que poco a poco fueron rentando estos espacios hasta llegar al día de hoy: de las 200 zonas de cultivo con las que cuentan solo tienen libres apenas un 5%. Personas como Rosa, Alejandro y la propia Mar y su hijo dedican parte de su tiempo libre a ver cómo crecen fresas, lechugas, habas, cebolletas, tomates y pepinos, entre otras muchas frutas y hortalizas.

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Un mercado pujante

Puro Huerto convive en este pujante mercado con otras propuestas similares de impulso privado y con otros colectivos que cuentan con el apoyo público. El Ayuntamiento de Málaga ha ido cediendo una serie de solares baldíos a los que los ciudadanos han sabido sacarle provecho y tanto estos como los primeros forman parte de la Red de Huertas Urbanas de Málaga. Esta agrupación apenas tiene seis meses de vida pero su filosofía resume lo esencial de esta tendencia por lo eco y el DIY (do it yourself) agroalimentario:  “Lo importante no es tanto lo que se recolecte, los alimentos en sí, sino el trabajo comunitario, la colaboración entre todos, el aprendizaje y lo mucho contribuye a difundir una mejor educación medioambiental”. Así lo cuenta a AGRO uno de sus colaboradores, Jorge Wienken, que uno de estos agricultores urbanistas que participa activamente en el área de cultivo que funciona en la zona de Fuente Olletas, en la capital, conocido como El Caminito.

Entre sus metas está el conseguir que más malagueños puedan disfrutar de las ventajas para cuerpo –mejor alimentación– y espíritu –el contacto con la Naturaleza es beneficioso para el bienestar emocional– que tienen estos huertos urbanos. Por el momento, existen otros similares en la Virreina (La Dignidad), Palma-Palmilla (El Vergel), El Ejido (La Yuca), Moliére (por la zona Oeste, ahora en periodo de mudanza y cambios) y Jardín de Gamarra. De titularidad privada, además de Puro Huerto, en la red está el aula vivero La Salvia, la asociación ecológica Aulaga y Casa Comestible, entre otros.

Aquellas personas a las que les haya entrado apetito por probar la experiencia pueden empezar poco a poco, con los llamados ‘macetohuertos’. Como su nombre indica, son maceteros “que se pueden ubicar en una terraza o balcón donde de el sol al menos dos o tres horas al día y podemos plantar desde hierbas aromáticas a cebollas, rabanitos, tomates…” Eso sí, recomendable un poquito de formación para evitar la frustración de los primeros intentos que pueden hacer que abandonemos un hobby de lo más rentable y saludable. “Hay que conocer cuáles son las hortalizas o frutas de temporada, que cuidados necesitan y otros detalles. Es sencillo pero importante tener unas nociones básicas”. Si dice el dicho que el que avisa no es traidor y, para más señas, se trata de una de las fundadoras de Crea Huertos, Nuria García, especialistas en asesoramiento, diseño y formación de todo lo que tiene que ver con la horticultura ‘doméstica’, más vale que se le haga un poquito de caso y esos primeros pasos sean sobre suelo firme, ¡y fértil!

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