Frutos secos: el regalo saludable del otoño

Los frutos secos son píldoras de vitalidad que nos regala la naturaleza. Tomar un puñado al día tiene tantos beneficios para nuestra salud que solo deberíamos abstenernos de consumirlos si somos alérgicos a estos alimentos. Protegen el cerebro y el corazón, ayudan a mantener el colesterol en niveles saludables y son recomendables para controlar la diabetes. Destacan también sus propiedades antioxidantes, principalmente por la cantidad de vitamina E que contienen. Son también ricos en fibra y proteínas y una excelente fuente de energía. Reducen el riesgo de cáncer, refuerzan el sistema inmunológico y hasta mejoran el aspecto de la piel.

Por si fueran pocas estas ventajas, son apetecibles a cualquier hora del día y crudos están deliciosos, aunque se adaptan a recetas dulces y saladas. Su alto aporte de calorías no debe preocuparnos en absoluto porque con pequeñas cantidades, unos 30 gramos diarios, notaremos sus beneficios.

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El otoño es la estación en la que se recolectan muchos de ellos por lo que los encontramos en su mejor momento. En la provincia de Málaga se producen almendras, castañas, nueces y, más recientemente, pistachos. 

Almendras

Los almendros en flor embellecen gran parte del paisaje natural de Málaga en los meses más fríos del año. Su cultivo es el más extendido en la provincia en lo que a frutos secos se refiere y está muy presente en nuestra gastronomía. El ajoblanco o el caldillo de pintarroja son dos platos muy malagueños que tienen entre sus principales ingredientes la almendra. También es protagonista de postres típicos como las tortas de Ardales, la torta cartameña, mantecados y polvorones. Si se sirven tostadas o fritas y condimentadas con sal constituyen un aperitivo irresistible y muy tradicional.

Estos frutos aportan fósforo, magnesio y especialmente calcio, sustancias que contribuyen a fortalecer los huesos por lo que son una excelente alternativa a los productos lácteos. 

Castañas

El olor a castañas tostadas es el indicador inequívoco de que ha comienzo del otoño. Málaga es una gran productora, especialmente en el Valle del Genal, donde los castaños dan al paraje el color característico del otoño. Es tal su arraigo en la provincia que a este fruto se dedican celebraciones como la Fiesta del Tostón Popular de Ojén o la Fiesta de la Castaña de Pujerra.

Son una excepcional fuente de energía por la cantidad de hidratos de carbono de absorción lenta que contienen. En la cocina son un alimento muy versátil: se pueden añadir a guisos y estofados o emplearlos para elaborar cremas, admite preparaciones para los más golosos como el marrón glacé y, por supuesto, pueden consumirse crudas. Es, además, uno de los frutos secos que aporta menos calorías

Pistachos

Son notables por su aporte de proteína y por la cantidad de hierro y potasio que contienen. Por su composición son un alimento muy beneficioso para el sistema inmunitario y el cardiovascular y protegen la vista. Son, además de antioxidades, potentes antiinflamatorios y muy ricos en melatonina, la hormona que nos ayuda a conciliar el sueño.

El origen de los pistachos hay que buscarlo en Oriente Próximo, donde se encuentran los grandes productores, exceptuando Estados Unidos. Su implantación en Málaga es reciente, se remonta a tres décadas atrás, y comenzó en Archidona, aunque su producción está ya afianzada y sigue extendiéndose.

Nueces

“Al mal tiempo, un puñado de nueces” podría decirse debido a que la combinación de vitaminas y minerales que nos aporta el fruto del nogal tiene el efecto de mejorar nuestro ánimo. Pero sus beneficios van más allá de las emociones. Las nueces destacan por su aporte de minerales como el cobre, el calcio y el magnesio, que ayudan a prevenir la osteoporosis, y de potasio, que cuida de nuestros músculos.

Son los frutos secos con mayor proporción de ácidos grasos omega-3 en su composición, por lo que su consumo reduce el riesgo de sufrir enfermedades coronarias. Además, una de sus propiedades más valoradas es que ayudan a mantener a raya el colesterol.

En la provincia de Málaga encontramos bosques de nogales en la Serranía de Ronda.

Nueces pecanas

Esta variedad de nueces presenta un aspecto más alargado que el de las nueces comunes y su sabor es más dulce. Además, su cáscara, aunque dura, es menos resistente. Por su contenido en ácido fólico son un suplemento muy recomendable para embarazadas. También ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y a reducir el colesterol. Por su alto contenido en grasa se recomienda tomarlas con moderación, aunque también son muy valoradas por su efecto saciante, que se debe a su aporte de fibra.

En Málaga, el Valle del Guadalhorce proporciona un entorno idóneo para el cultivo del nogal pecanero y coloca a la provincia a la cabeza de los productores europeos.

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