Entrevista sobre gastronomía y Málaga con Ara Malikian

arana

«Soy muy fácil en lo que a gastronomía se refiere, ¡me gusta todo!”

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Hacía sus pinitos en la cocina, junto a su madre, hasta que la música marcó  sus días de ritmo y acordes. Más aficionado al pescado que a la carne y fan declarado de las torrijas y el gazpacho, recuerda con una sonrisa en la boca la primera vez que pisó un sitio tan ‘malaguita’ como El Tintero, en el Palo. A unos meses de que visite Málaga para dar el que será su segundo concierto aquí en lo que va de 2016, Ara Malikian charla con AGRO para contarnos más sobre su vida y proyectos.

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El pasado mes de marzo conseguías poner en pie a un Teatro Cervantes completamente lleno. No había pasado ni un mes y ya se anunciaba nueva fecha en la capital malagueña. ¿Qué encuentras tan especial en la ciudad?

Es recordar esa cita en el Cervantes y volver a emocionarme. Fue realmente maravilloso. Hemos alcanzado un entendimiento muy grande el público de Málaga y yo y cada vez que os visito, que suele ser con mucha frecuencia –prácticamente cada año, ¿eh?–, siento ese cariño y energía que tanto me llena. Como artista eso es muy motivador pues te obliga a dar lo mejor de ti mismo para responder a esas sensaciones y emociones que te transmite la gente.

Vamos, que la capital malagueña es cita obligada en cualquier tournée de Ara Malikian…

Sin lugar a dudas. Desde 2008-2009 he venido prácticamente una vez cada año. Es un punto fundamental en mis giras. En esta ocasión vamos a repetir actuación y estoy muy ilusionado, la verdad.

¿Qué encontraremos de nuevo en septiembre?

Pues se va a representar mi último trabajo, el ‘15’ sinfónico. Desde hace año y medio lo estamos llevando por toda la geografía española y es un espectáculo más elaborado, con orquesta sinfónica y música de todo tipo, de diferentes culturas y países. Se trata de un viaje musical en el que cabe desde el Barroco a las tendencias más modernas y vanguardistas. De Bach a Paco de Lucía, Led Zeppelin, David Bowie y Paganini.

Este disco es muy especial por varios motivos. Lo que celebra y con quién lo celebras, ¿no?

Así es. Todos los álbumes que he publicado son únicos y significativos pero en este caso mi idea era festejar esos 15 años que llevo viviendo en España y para ello me he rodeado de grandes amigos –Los Secretos, Lamari de Chambao, Iñaki Uoho, Antón de Extremoduro, Kepa Junquera, Fernando Egozcue Quinteto, Emilio Aragón, entre otros. Es una idea que nace en 2014 y que culminó en el Teatro Real, con un concierto que siempre recordaré. Este se grabó en DVD y se editó un disco. A raíz de todo esto fue cuando surgió la gira que ahora recala en Málaga.

Ha cambiado también el escenario, ¿verdad? Has pasado de la intimidad de los teatros a grandes espacios, como es el caso de la Plaza de Toros de la Malagueta.

Desde siempre he tocado en sitios más recogidos y que resultaban más íntimos y cercanos. Esta es la primera vez que emprendo una gira tocando en lugares más grandes y está resultando muy emocionante. Hemos preparado un evento a la altura de las circunstancias, con orquesta, enmoquetando el ruedo… Convertimos un poco el coso en teatro al aire libre.

Después de los recitales, ¿aprovechas para descubrir un poco el sitio en el que has tocado?

La verdad es que es lo que me gustaría pero no siempre puedo. En el caso de Málaga, como ya te decía, he venido muchas veces y tengo buenos amigos aquí que me llevan de visita. Conozco sus playas, he visitado algunos de sus museos y monumentos y es un placer pasear por las calles del centro histórico. Perderme por el casco antiguo de la ciudad es una de las cosas que más me gusta cuando estoy por aquí.

¿Cuáles son esos rincones favoritos del Ara Malikian ‘turista’ cuando está por estos lares?

Uff, muchísimos. Me costaría elegir, la verdad. Las callejuelas y plazas del centro, como te decía, son mi debilidad. También confieso que me preguntas por nombres y no sé cuáles decirte… ¡No los recuerdo bien! Pero al fin y al cabo es lo que te digo, me encanta todo, en general.

Ese ‘todo’ y ‘en general’ seguro que tienen sabor y aroma. ¿Qué nos dices de la gastronomía regional?

He de confesar que me encanta el gazpacho, ¡me hincho de gazpacho cuando puedo! Y de lo demás, pues el jamón, ¡riquísimo! El pescaíto frito, los platos de cuchara… y los postres, que soy también muy de dulces… ¿De mis favoritos? Eso que preparáis por aquí, como con pan… ¡Las torrijas!!! ¡Riquísimas! La verdad es que soy muy dado a probarlo todo. Soy muy fácil en lo que a comer se refiere.

Seguro que en la provincia de Málaga ya tienes tu lista de restaurantes imprescindibles…

Pues me han llevado a sitios geniales, hay un nivel gastronómico altísimo. La pena es que no me acuerdo de los nombres, siempre me dejo llevar. Bueno, con una excepción: ese sitio tan pintoresco que hay junto a la playa, donde se van anunciando las cosas que van a servir. ¡El tintero! Me encantó y he repetido varias veces.

Ara Malikian.

Si tuvieras que quedarte con un tipo de cocina, ¿cuál escogería?

La verdad es que la mediterránea, que es la que me recuerda sobre todo a mi infancia. Me encanta la libanesa, la armenia. Echo de menos las ensaladas frescas, las cremas de garbanzos, las de berenjenas, entre otros muchos platos. Mi madre cocinaba muy bien, la verdad.

¿Tú nunca has probado a ponerte tras los fogones?

Sí, la verdad es que cuando era mucho más joven preparaba cosillas. Con las recetas que me había enseñado mi madre me ponía a hacerlas. No era un gran repertorio, ¿eh? Pero sí lo más básico del recetario libanés-armenio, un poco de todo.

¿Carne o pescado? ¿Por qué te decantas?

Soy más de pescado, pero también me gustan muchísimos los guisos, las sopas y cosas más elaboradas. Pero bueno, como ya os decía, me gusta de todo y es fácil complacerme a la mesa.

Está claro que Ara Malikian sabe lo que quiere y nos ha demostrado que la Costa del Sol está entre esos paraísos express en los que disfruta. Confiesa a AGRO que uno de sus mayores defectos –que también virtud, nos dice- es ‘decir siempre que sí’ y nosotros encantados si eso significa que en cada invitación que le hagamos obtendremos un asentimiento de cabeza como respuesta. Teniendo en cuenta que a finales de año presenta nuevo trabajo, sabemos que no le perderemos de vista.

Antes de despedirse de nosotros, divagando sobre proyectos de futuro y sueños por cumplir, nos regala un nombre que nos suena a promesa: “Camarón”. Ara se atreve con todo y en la redacción ya estamos empezando a imaginar cómo puede sonar un temazo como ‘Entre dos aguas’ pasado por el tamiz de un instrumento como el violín.

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