Gastronomía local, vinos de la tierra y tradición y cultura andaluzas. Tras recibir el testigo de El Pimpi, La Sole abre sus puertas el jueves 28 de julio para convertirse en nueva guía y referente de la gastronomía mediterránea, elevada con un maridaje único en Málaga: la coctelería. De esta forma, la huella que El Pimpi lleva dejando en la ciudad desde hace décadas estará ahora complementada por La Sole, un nuevo espacio destinado a aunar tradición y vanguardia sin perder la esencia culinaria propia ni la cultura puramente andaluza.
El concepto para La Sole, situada en el edificio adyacente a El Pimpi, nace de una fábula en la que el Pimpi pide al Sol de Málaga una dama, una compañera de baile que ilumine cada uno de sus días: “que si no lo quiere, al menos lo aguante”. En respuesta, el Sol le envía a su hija La Sole, una moderna que viene a revolucionar y complementar su mundo.
Esta lucha de contrastes queda reflejada en la nueva marca. El diseño de comunicación ha sido creado en su totalidad por los estudios Narita & Humad, con Chema Aranda y Mateo García a la cabeza junto a un equipo de más de 10 creativos implicados.
Partiendo del descaro y la sencillez, han dotado a la nueva marca de la adecuada personalidad y elegancia que complementase a El Pimpi. Así, consiguen reflejar su naturaleza a través de un nombre castizo con tratamiento contemporáneo, un lenguaje creado desde la lírica y la elegancia para combinar los productos y el espacio con mensajes que irradian esta personalidad.
La materialización de La Sole, llevada a cabo por Miguel Seguí, arquitecto y director de Emealcubo, se basa en una estructura radial en forma de sol que envuelve todo el espacio. Compuesta por 80 rayos concéntricos fabricados en madera maciza de iroko, conocida como “teca africana”, se unen en forma de cúspide para buscar un único punto central.
Cuando alcanzan las paredes, los rayos de madera bajan hasta el suelo, desde donde vuelven a lanzarse hacia el centro de la sala a través de incrustaciones de marquetería de madera maciza de wengué sobre el parqué de iroko. El resultado es una sombra exacta del sol del techo, el cual envuelve completamente el espacio principal, mientras que los huecos entre los rayos de madera se han revestido de vidrio negro simbolizando el cielo en el que brilla La Sole.
La altura del edificio que alberga a La Sole otorga un enfoque único para contemplar todo lo que la rodea: un enclave que aúna los monumentos históricos y lugares culturales más importantes de Málaga, como son la Alcazaba o el Teatro Romano. Siguiendo con la naturaleza de constrastes que definen a La Sole, frente a la entrada se encuentra el trabajo del reconocido artista urbano Belin, que plasmó la esencia de la ciudad a través de un hiperrealismo con tintes del cubismo picassiano.
La Sole encuentra así el lugar idóneo para desplegar sus encantos: perfecta armonía entre historia, tradición y modernidad concentradas en un mismo lugar. Un lugar cálido e inspirador donde sentirse como en casa, deleitar al paladar y la vista y, en definitiva, al alma.
(Fotos: Narita&Humad y Estudio Mierterán)
