Senderismo: Los Reales de Sierra Bermeja

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En el camino de Estepona a Genalguacil y Jubrique, se encuentra el paraje natural de Los Reales de Sierra Bermeja, un paisaje sorprendente, lleno de contrastes y con un alto valor ecológico. De hecho, este enclave es una de las principales singularidades del sur peninsular, ya que allí predomina el mineral que otorga a la postre el color rojizo a esta sierra, la peridotita.

En torno a esta zona montañosa se pueden visitar densos bosques de pinsapos, que, en algunas zonas, conviven con pinares y otros árboles. También es una zona muy rica desde el punto de vista hídrico. No en vano allí nacen numerosos arroyos y ríos que desembocan o bien en el Genal (en la zona norte) o bien directamente al mar, en la costa de Estepona.

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Con el nombre de Los Reales de Sierra Bermeja se conoce al espacio protegido que abarca 1.236 hectáreas en torno al pico de los Reales. Este enclave ecológico tiene una de las mayores concentraciones de peridotitas, minerales de origen volcánico. Este tipo de roca, rica en platino, otorga a estas sierras su característico color granate.

Gracias a la peridotita y un clima templado, pero con abundantes precipitaciones, se ha creado el hábitat perfecto para más de medio centenar especies vegetales difíciles de ver en otros espacios naturales. Es el caso los pinsapos sobre peridotitas, que se reparten en varios bosques que suman un total de  90 hectáreas.

Para conocer este enclave existen varias posibilidades. Por un lado, de escasa dificultad están el Paseo de los Pinsapos y la ruta de los miradores. Por otro, algo más compleja por el desnivel que hay que afrontar, está la subida al Pico de los Reales, el techo de esta montaña rojiza.

Plaza de García Lorca

Con un recorrido prácticamente llano y con una senda angosta, discurre el mencionado Paseo de los Pinsapos, sin duda, la ruta senderista más emblemática de este paraje natural. El camino comienza justo en una de las curvas de la carretera que atraviesa el espacio protegido, donde existen varios carteles que indican tanto la dificultad de la ruta como el sentido a seguir. A partir de allí, el excursionista pasará por un denso bosque de pinsapos hasta llegar a un espacio abierto bautizado como la plaza de García Lorca, donde se pueden leer algunos de sus versos dedicados a los árboles. En este punto se regresa por el mismo sitio.

Por otra parte, Los Reales de Sierra Bermeja, por su ubicación, representan un lugar idóneo para la contemplación de vistas panorámicas tan insólitas, como las que se tienen de la Costa del Sol más occidental, que conecta visualmente con el campo de Gibraltar. Desde el Refugio, al que se puede llegar en vehículo, se puede acceder a distintos miradores habilitados en la zona por un cómodo y sencillo sendero completamente llano. Pocos esfuerzos para una gran recompensa en forma de panorámicas de la Costa del Sol más occidental y el Campo de Gibraltar.

La tercera de las sendas más interesantes de los Reales de Sierra Bermeja es la que sube hasta su cima, el pico que da nombre a todo el paraje, situado a 1.450 metros sobre el nivel del mar. En este caso, se necesita cierta experiencia y buenas condiciones físicas para realizarla completamente. Para acceder hasta esta cota se puede seguir desde el Paseo de los Pinsapos por una senda que sube por una acentuada pendiente.

También existe una opción mucho más cómoda, que pasa por continuar en vehículo hasta el Refugio. Desde allí el desnivel que hay que salvar es mucho más corto y, por tanto, más propicio para los que vayan con niños. Una vez en la cima, se podrán ver también vistas panorámicas de la Costa del Sol y del Peñón de Gibraltar. A ellas habrá que sumar los paisajes que se ven del Bajo Genal.

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