“Nuestra base es la gastronomía tradicional,
con un pequeño toque de la cocina actual”
Si hubiera que hablar de un local con solera y todo un clásico en Torre del Mar dentro del mundo de las tapas, pocos dudarían que estamos hablando de Jordi Bar Tapas. Y es que desde que abriera sus puertas en 2001 se ha ido ganando año tras año un importante puesto dentro de la oferta de restauración de la zona, apostando por los platos tradicionales malagueños y reinvéntandose dentro del sector. Todo ello unido a un excelente servicio, una buena relación calidad/precio y una magnífica selección de vinos para presentar en la mesa, lo hacen un sitio de visita obligada.
Hablar de Jordi Bar en Torre del Mar, es sinónimo de hablar de uno de los referentes en tapas…
Si, empezamos como un bar centrado en tapas y poco a poco nos hemos ido convirtiendo en otra dirección, mantenemos las tapas pero somos más restaurante. Sin salirnos de nuestra línea, dando lo que busca el cliente y que es lo que le gusta
A lo largo de los cerca de 18 años que lleváis, ¿cómo se reinventa la oferta gastrónomica para mantenerse todo este tiempo?
Nos ajustamos a la demanda. En principio teníamos exclusivamente una clientela que buscaba la tapa y el aperitivo y poco a poco hemos aumentado la oferta a la demanda que público requería. Nos hemos ido adaptando y creo que hemos acertado.
¿Qué tapas son las que conserváis desde vuestros inicios?
Hay tapas que llevan prácticamente diecisiete años con nosotros, desde que abrimos, ya que la gente las sigue pidiendo, son clásicas y les encanta como puedes ser el pinchito de gambas, la tapa de los montes, hamburguesa… que son una tapa gratis que se acompaña con la cerveza o con el vino.
¿Qué aporta Jordi que le da ese toque a sus platos?
Las tres cualidades que se persigue hacia la clientela es calidad, precio y servicio; ya sea en una tapa o un plato elaborado; y eso es principalmente lo que damos. Además diariamente ofrecemos dos tapas que no están en la carta, para que la gente tenga algo diferente que pueda probar todos los días, de hecho los miércoles por ejemplo ofrecemos una de tortilla.
Y también una buena selección de vinos para acompañar al plato…
La tapa suele ir acompañada de una cerveza que es lo que más suele pedir la gente o tinto de verano, pero en lo que se refiere a vinos tenemos una gran oferta, la más amplia de la zona en cuanto a cantidad y calidad, con riberas, riojas y malagueños.
Además, contáis con muchos asiduos en vuestro local…
Tenemos una clientela fija, y sobre todo en época estival contamos con muchos turistas que vienen recomendados o que nos ven por redes sociales, que vienen de distintos puntos de España. Y tanto en invierno como en verano contamos con bastante gente, y de hecho la prueba está en la cantidad de personal que contamos, que no varía demasiado en esas épocas.
¿Y apostáis por la comida tradicional de la zona o influencias de otras cocinas?
Nuestra base es la gastronomía tradicional, con un pequeño toque de la cocina actual. Básicamente los ingrendientes de esa nueva cocina son los mismos que la tradicional, solo que cambiando la presentación y su forma. Viste el plato de otra forma, pero los productos son los mismos, tiene que llamar la atención pero que también sepa bien. De hecho, hubo un ‘boom’ hace unos años de la espuma y las deconstrucciones y que ahora veo que se ha perdido, ya que la gente en definitiva quiere comer más allá de esas sensaciones y de hecho ahora vuelven los gustos por los platos de cuchara, lo que son más consistentes.
¿Qué platos nos ofrecéis ahora este otoño?
Pues tenemos el rabo de toro, que de hecho estamos dentro de una ruta del rabo de toro a nivel nacional, así como las migas o las sopas perotas que son muy populares en Álora y que están exquisitas. Muchos son esos platos malagueños que nos demanda el público.
¿Y el futuro de Jordi Bar Tapas?
Pues siguiendo en nuestra línea, ofreciendo un buen servicio así como una relación calidad / precio, en definitiva ofreciendo lo que buscan nuestros clientes.
