Septiembre, tiempo de cambios
Llega septiembre y en las ciudades empieza el movimiento, la actividad, el frenesí, el corre que te pillo que llegamos tarde… Septiembre está lleno de deseos, de pensamientos de cambio, viene con una línea implícita que separa períodos del año que dejan hueco al pensamiento y con ello a los nuevos propósitos. Septiembre te hace poner los pies en el suelo, aterrizar y empezar de nuevo la actividad, que en poco tiempo se ha quedado hasta oxidada.
En septiembre todo cambia, incluso nuestro alrededor lo hace. El paisaje, sus colores, sus olores; el clima, las primeras lluvias, los primeros fríos y con ellos la época del carnaval incluso en la cocina, en septiembre todo vale… paraguas, chanclas y la chaqueta que llevabas en el coche, por si las moscas. Un día gazpacho y al otro unas migas o si me apuras, un potaje calentito…
El mes de septiembre sirve para poner en marcha todo aquello, que en ese período donde se le devuelven las alas al pensamiento, te ha vuelto a llenar de ilusión y de energía. Septiembre, como cada nuevo día, es un nuevo espacio de tiempo donde la rueda sigue girando, pero ahora más rápido, súbete a ella y no bajes, aprovecha cada segundo para llevar a cabo todo lo que ha vuelto a tu cabeza… porque si ha vuelto es por algo.
Agro, se sube a la rueda y seguirá subido mientras podamos seguir creando, luchando, apoyando y logrando cada una de nuestras ilusiones, que en este caso son comunes a las de muchos granadinos.
